:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elcomercio/O5QEAB5CMJAOFBWK3777HZVV4A.jpg)
Un aspirante a colaborador eficaz del proceso penal contra la red criminal ‘La Hermandad del Norte’ fue asesinado el último domingo en el distrito Casa Grande (Ascope) de la región La Libertad.
Tres impactos de bala acabaron con la vida de Miguel Ángel Gamarra Mendoza (24), alias ‘Mango’ o ‘Manguito’.
Crimen
De acuerdo a la versión policial, el suceso se registró cerca de las 4:30 de la madrugada cuando la víctima caminaba por la avenida El Tren y fue sorprendido por unos sicarios que le dispararon a sangre fría. El estruendo de las balas alertó a los vecinos que salieron a mirar lo que ocurría y se toparon con un joven que se desangraba en la pista. Aunque Gamarra fue trasladado a un centro de salud, este esfuerzo fue en vano pues llegó cadáver.
Agentes policiales de Casa Grande examinaron la escena del crimen para recoger algunas evidencias que permitan dar con los responsables de este asesinato. Además, se informó que en la zona hay una cámara de seguridad que habría captado a los atacantes.
La muerte de ‘Mango’ coincide con el inicio del juicio oral seguido contra ‘La Hermandad del Norte’, grupo al que la Fiscalía contra el Crimen Organizado culpa por los delitos de extorsión, sicariato, robo y organización criminal en la ciudad de Chiclayo.
El Segundo Juzgado Colegiado Penal de Chiclayo citó a varios ciudadanos para las diferentes audiencias, entre ellos figuraba Miguel Gamarra, según una reciente disposición judicial.
El fallecido sería presentado como uno de los testigos de la Fiscalía en las acusaciones contra David Ángel Guerrero Rodríguez, alias ‘Ñoño’, y Ayrton Ushñahua García. Ambos se encuentran recluidos en diferentes establecimientos penitenciarios.
Cabe precisar que en mayo del 2019, alias ‘Mango’ fue capturado por su presunta participación en la organización delictiva ‘La Alianza del Valle’.
Por aquel entonces, el operativo policial se ejecutó en Casa Grande y en Víctor Larco (Trujillo).
Según el Ministerio Público, los investigados habrían ejecutado actos de sicariato, extorsión, tráfico ilícito de drogas, robo agravado y tenencia ilegal de armas de fuego.
En el caso de Gamarra, este habría tenido como tarea contactar a jóvenes sicarios, que luego eran reclutados por otras organizaciones criminales del norte del país, para la ejecución de asesinatos a cambio de dinero.
