La Gerencia Regional de Salud de Lambayeque (Geresa) aún no puede responder claramente sobre las circunstancias que rodearon la muerte de la ciudadana ferreñafana, Rosa Isabel Céspedes Callaca (36).
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Consultado sobre el hecho insólito, el gerente regional de Salud, Alipio Rivas Guevara indicó que los hospitales Referencial de Ferreñafe y Regional de Lambayeque tendrán que remitir sus informes técnicos respecto a este particular caso.
Céspedes fue declarada muerta el lunes, y sus familiares la trasladaron hasta Ferreñafe para el velorio de sus restos. Momentos previos al traslado del féretro a su tumba, familiares de la madre de familia observaron que ella se movía al interior del ataúd, y que intentaba abrir los ojos.
Fue el administrador del cementerio, Juan Manuel Segundo Cajo, quien rápidamente comunicó el incidente a los efectivos de la Policía Nacional y de Serenazgo. Estos agentes pudieron notar que Céspedes aún saturaba oxigenación.
A pesar de los esfuerzos de los familiares para que la mujer sea atendida, el médico de turno del Hospital Referencial de Ferreñafe, Apolinario Aparcana Yarasca, tras examinar el cuerpo, concluyó que estaba cadáver.
Correo pudo conocer que al interior de la Geresa se considera la posibilidad de que lo sucedido corresponda a un episodio de catalepsia, el cual se define como un estado biológico en el cual una persona yace inmóvil, en aparente muerte, y sin signos vitales, cuando en realidad se halla en un estado consciente que puede, a su vez, variar en intensidad.
Por ahora el gerente Alipio, quien representa al sector Salud, prefiere no brindar un pronunciamiento público hasta que concluyan las investigaciones.
“Por ahora solo tenemos versiones no oficiales. Entiendan que debemos analizar la historia clínica, porque es el documento legal sobre el cual se tomarán acciones. Es el primer caso de este tipo que se conoce en la región”, detalló.
Céspedes ya fue enterrada, ella fue víctima de un violento accidente de tránsito, cuando se trasladaba por la carretera Chiclayo-Picsi junto a su esposo, hijos y otro familiar. Los deudos solo piden una clara investigación, a fin de descartar negligencia alguna.
El incidente también ha dejado en ellos una duda que, por ahora, no dejará de atormentarlos hasta que la autoridad pertinente exponga con argumentos cómo fueron las últimas horas de esta ciudadana ferreñafana.