Lambayeque: Los “socios” de Anselmo Lozano y sus faenones

Cuatro son los empresarios que se habrían repartido obras de la Municipalidad Distrital de La Victoria, entre los años 2015-2018, según lo detectado por la Fiscalía Anticorrupción de Lambayeque.

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En la investigación (carpeta N° 218-2020) seguida contra el gobernador regional, Anselmo Lozano Centurión, y sus principales funcionarios de confianza, se desprende que los contratistas tuvieron un trato especial a la hora de participar en los procesos de adjudicación de la comuna edil, debido a las jugosos diezmos que aceptaron otorgar.

Los favorecidos durante ese periodo fueron: Walther Padilla Mera (Constructora y Consultora Quetzal SAC), Salomón Caján Hernández y Salomón Caján Aguinaga (Hersaca Contratistas EIRL) y Alejandro Criollo Quispe (AC&A Constructora EIRL) y Víctor Gonzales Fernández (Consorcio Chinchaysuyo).

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ARREGLOS

De acuerdo a la versión del aspirante a colaborador eficaz con código N° 01-218, el empresario Walther Padilla tenía trato directo con Lozano, a quien le entregó dádivas por haber obtenido tres proyectos. Según este informante, Padilla también entregó S/ 25 mil al exjefe de Estudios y Proyectos, Dick Silva Ravines, cuando este fue el presidente del comité en la adjudicación simplificada N° 02-2017.

Otros pagos llegaron en setiembre del 2017 cuando este contratista alcanzó S/ 40 mil a Silva, a cambio de la adjudicación SM-N° 06, y luego en diciembre por la adjudicación SM-N° 14, por la cual desembolsó una coima de S/ 30 mil.

Las indagaciones de la Fiscalía en el municipio de La Victoria revelaron que Quetzal SAC consiguió en total ocho obras, entre los años 2015 y 2017.

Con Salomón Caján Aguinaga la historia es similar. El acercamiento sucedió en el año 2015. Por aquel entonces, la empresa Hersaca y Construcciones Quipu SAC formaron el Consorcio Santiago para postular en la adjudicación directa pública N° 01, que contemplaba una inversión del Estado de S/ 944,967.

Es así que Caján Aguinaga cumplió con entregar una dádiva de S/ 42 mil a Silva Ravines. Este dinero fue derivado a Harry Gonzales Solano en la Gerencia de Desarrollo Urbano de la comuna victoriana. De los cuales S/ 20 mil fueron para Lozano y lo restante fue repartido entre Gonzales y Wilfredo Castro Carmona, exjefe de Abastecimiento.

Conforme a la declaración del colaborador, Caján Aguinaga y Dick Silva siguieron en coordinación para asegurar la participación de Hersaca en otras adjudicaciones.

En setiembre del 2015, Caján volvió a ganar. Se trataba de la adjudicación simplificada N° 02-2015, por la cual canceló un ‘diezmo’ de S/ 55 mil. De esta cantidad, S/ 25 mil fueron para el gobernador regional, quien le ordenó a Silva que entregara el dinero en dos partes y le precisó que los sobres debían ser dejados sobre el inodoro del baño de la oficina de alcaldía.

Ahí no quedó todo, pues en diciembre de ese año hubo otra tratativa entre los imputados, por la cual Caján aceptó cancelar S/ 15 mil, de los cuales S/ 7 mil fueron para Lozano Centurión y S/ 8 mil se distribuyeron los miembros del comité de la Adjudicación Directa Selectiva N° 05-2015, Harry Gonzales y Wilfredo Castro. El dinero llegó a través de Dick Silva, quien hacía de ‘cajero’ de la presunta red criminal.

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SOBORNOS

La investigación encontró que Alejandro Criollo, entre el 2016 y 2018 canceló coimas por hasta S/ 110 mil por haber sido favorecido con dos obras. Uno de los pagos se hizo a través de Silva en el local La Economía, de propiedad de Lozano, y que se ubica en la calle Elías Aguirre.

Una vez en el gobierno regional, Criollo y sus familiares ganaron 3 proyectos, que juntos sumaban S/ 11 millones de soles, pero el haber alcanzado cartas de líneas de crédito falsas permitió el inicio de una serie de pesquisas por parte del Ministerio Público, con el lamentable resultado que todos conocemos.

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Cabe señalar que Criollo está en medio de un proceso judicial junto al exgerente de Infraestructura del gobierno regional, Fidel Ortiz, por supuestas irregularidades en obras del Hospital Belén.

En un audio, se escucha decir a Dick Silva que tuvo un enfrentamiento con dicho empresario y que este lo había amenazado con contar “todo lo que había sucedido en La Victoria”.

El diálogo, este vez entre Silva y Harry Gonzales, advierten que pese a las sospechas de la Fiscalía, Padilla seguía haciendo de las suyas y que “en Pimentel está igualito”.

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