Más de 1300 alumnos de dos colegios de Chiclayo continuarán estudiando en pésimas condiciones este año, debido al retraso en la ejecución de las obras.
La reconstrucción de la institución educativa Nuestra Señora de Fátima alcanzó un 71% de avance. Estuvo paralizada durante casi un año y recién esta semana, el Programa Nacional de Infraestructura Educativa (Pronied) decidió cancelar el contrato con la empresa.
Durante una visita de fiscalización de la congresista Marleny Portero, un representante de Pronied informó que la contratista se quedó sin liquidez, motivo por el cual decidieron rescindir el contrato, para iniciar el saldo de obra.
“El ingeniero residente me dijo que reanudaban las labores el 15 de enero, pero no fue así y que lástima volver a tener que trabajar este año con 900 estudiantes en un área inadecuada”, dijo el director Teófilo Ipanaqué.
El docente se refirió a un terreno de propiedad del colegio nacional San José, donde se instalaron las aulas prefabricadas para el desarrollo de las clases, sin embargo no cuentan con energía eléctrica, ni agua potable.
Del mismo modo, más de 500 estudiantes de la Institución Educativa Juan Mejía Baca continuarán estudiando en un área provisional ubicada en el colegio San José.
La directora del referido plantel, Loida Delgado Vargas, indicó que el gobierno central ya realizó la transferencia de recursos a la MPCh, como unidad ejecutora, sin embargo, aún no retoman el proyecto.
Cabe indicar que en el área donde estudian los menores habían tuberías abandonadas supuestamente de una empresa que alquiló el lugar como almacén al colegio San José.
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