El techo de la Institución Educativa Primaria Nº 10067, ubicado en el distrito de Cañaris - Ferreñafe, se desplomó a consecuencia de su precariedad y los fuertes vientos y lluvias registradas en los últimos días en la localidad.
Más de 40 estudiantes del quinto grado resultaron afectados. Estos, fueron derivados a un ambiente alquilado (casa) para que continúen desarrollando sus clases presenciales.
A través de imágenes proporcionadas por el consejero regional Julio Sevilla Exebio, se observa el piso de dicho colegio repleto de restos del tejado de material rústico (adoble).
También se aprecia alrededor de los montículos algunos plásticos, que los mismos padres de familia instalaron encima del techo para evitar que se filtren las aguas de lluvia.
En el registro fotográfico se visualiza la precariedad de la infraestructura del colegio; pues las paredes se sostienen con palos de madera y ni siquiera cuenta con piso rígido. Además, las puertas, carpetas y paredes están despintadas debido a su antigüedad.
Sevilla Exebio declaró que, anterior al colapso del techo, envió una solicitud al Gobierno Regional (GORE) - Lambayeque; con la finalidad que se levanten las observaciones del expediente técnico para la construcción de una nueva infraestructura; lo cual aún está pendiente.
“Los menores estudian en precarias condiciones y ninguna autoridad se preocupa por ellos”, lamentó.
Indicó que en marzo la Gerencia Regional de Educación (GRE) prometió enviar a un grupo de comisionados a inspeccionar la escuela; pero, hasta la fecha, sigue sin cumplirse.
“Ya pasó mes y medio desde que dijeron que iban a llegar y los estudiantes siguen esperando. Tuvo que colapsar el techo para que recién realicen las coordinaciones en su beneficio”, explicó.
Acotó que otros 200 estudiantes de primer, segundo, tercero, cuarto y sexto de primaria también corren riesgo; pues ellos continúan desarrollando sus clases en la misma infraestructura.
Ante ello, los padres de familia exigen a la GRE que sus niños sean trasladados a ambientes alquilados; ya que las lluvias y los fuertes vientos continúan azotando la localidad.
“Los padres de familia han hecho lo posible para reforzar la infraestructura pero sus trabajos no garantizan que un nuevo incidente vuelva a ocurrir. Es lamentable”, contó el consejero regional.
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