Menor jugando por trabajador de salud del INSN San Borja. | Foto: Cortesía.
Menor jugando por trabajador de salud del INSN San Borja. | Foto: Cortesía.

Los niveles de ansiedad y depresión se vienen acrecentando en la población infantil durante esta segunda ola de la pandemia, a causa de la muerte de un familiar y/o una persona de su entorno (amigos de la familia o vecinos) por covid-19, dijo Ana María Castañeda Chang, psicóloga del Instituto Nacional de Salud del Niño San Borja.

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“Los niños están siendo impactados por la pérdida tan fuerte de sus familiares, eso les está generando ansiedad y depresión y es uno de los problemas de salud mental que viene afectando más fuertemente a esta población y más en el pico de esta última ola”, puntualizó.

La especialista explicó que en esta etapa, los menores están recibiendo constantemente malas noticias en torno al nuevo coronavirus, causando sentimientos fuertes de preocupación, desesperanza y miedo.

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Agregó que en el Instituto Nacional de Salud del Niño San Borja, se ha podido identificar que de 10 niños atendidos en consulta, por lo menos 2 han perdido a un ser querido y/o escuchado del deceso de alguien cercano, desencadenando en ellos ansiedad y depresión.

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Estas patologías mentales vienen afectando fundamentalmente, a los niños entre los 7 y 11 años y adolescentes entre los 12 y 16 años.

Entre los síntomas ansiedad y depresión están: cambios en el estado de ánimo como irritabilidad, sentimientos de desesperanza o furia/ira, conflictos frecuentes con sus amigos y familia, llantos frecuentes con mayor dificultad para consolarlo, falta de sueño y/o despertarse durante la noche o estar durmiendo a todas horas, problemas de alimentación, pérdida de interés a las actividades que disfrutaba antes, problema de memoria, menos interés en sus tareas escolares y decaídas en su esfuerzo académico, cambios en la apariencia (falta de higiene), incremento en comportamientos riesgosos o imprudentes, tales como el consumo de drogas o alcohol, pensamientos sobre la muerte o el suicidio.

Castañeda Chang, dijo que los niños y adolescentes que han sufrido la pérdida de un ser querido debido a la covid-19 corren mayor riesgo de tener problemas de salud mental y muchos pueden necesitar atención especial y asesoramiento profesional para poder hacerle frente a la pérdida y lidiar con el dolor.

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