Fotos: César Grados/@photo.gec
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Un nuevo hecho de sangre ha sacudido al Callao, donde el asesinato de Miguel Ángel Cariga Espinoza, un agente de seguridad de 33 años, ha vuelto a encender las alarmas sobre la ola de criminalidad que afecta al primer puerto.

El crimen ocurrió la noche del martes, en las afueras del local nocturno Yacumama, ubicado en la intersección de la avenida Tomás Valle con el jirón Las Codornices.

Según las primeras investigaciones, Cariga fue interceptado por un sicario que, a bordo de una motocicleta, abrió fuego sin darle tiempo de reaccionar. El agente recibió múltiples impactos de bala en la cabeza, el tórax y la espalda, lo que le provocó una muerte instantánea.

El ataque quedó registrado por cámaras de seguridad, las cuales muestran el preciso momento en que el guardia fue sorprendido por el asesino mientras se acercaba al triciclo de un vendedor ambulante.

Las autoridades hallaron siete casquillos de bala en la escena del crimen, lo que evidencia la ferocidad del ataque.

Fuentes policiales indicaron que, por la manera en que fue ejecutado el homicidio, no se descarta que este sea un caso de ajuste de cuentas, una hipótesis común en la zona debido a la presencia de bandas criminales y el sicariato que domina las calles del Callao.

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