Pasaron 12 y 7 años viviendo en una habitación del Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) de Breña conectados a un ventilador mecánico, ahora Oliver (12) y Darla (7) cumplieron su sueño de regresar a su casa al lado de su familia. Los menores tienen el diagnóstico de insuficiencia respiratoria aguda.
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Gracias al Programa de Externalización de Pacientes con Ventilación Mecánica Prolongada que ha iniciado el INSN de Breña en coordinación con el Seguro Integral de Salud (SIS) y el Fondo Intangible Solidario de Salud (FISSAL), ahora los dos niños están junto con su familia. Ellos son los dos primeros de cuatro pacientes crónicos conectados a un ventilador mecánico en regresar a su hogar.
El Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) de Breña detalló que Oliver fue internado a los pocos meses de nacido y, desde entonces, permaneció 12 años al cuidado del personal médico, enfermeros y técnico en enfermería del servicio de Medicina “C”. En el caso de Darla, ella recibió siete años de atención de parte del personal médico y asistencial en Medicina “D”.
Asistencia en casa
El programa permite que el paciente reciba la misma calidad de atención que en el centro pediátrico, pero con la diferencia que ahora será en su casa. Para ello, los familiares han recibido capacitación por una entidad privada, que, además; brinda los equipos biomédicos e insumos. Así también personal de salud acompañará a la familia seis horas los 365 días del año, ayudando en las atenciones básicas como movilización, alimentación, aspiración de secreciones, entre otros.
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Por su parte, el INSN de Breña supervisará mensualmente la calidad de atención brindada por la empresa a los pacientes.
“Se colocará un ventilador mecánico en el domicilio, además de proveer todos los insumos con los cuales la madre realiza su rutina diaria, por ejemplo, aspirar secreciones, cuidado de la gastrostomía, movilización del paciente y monitoreo de los signos de alarma ante una descompensación clínica”, explicó el doctor Franklin Aranda Paniora, director de Medicina.
El proceso de externalización beneficia no sólo a los pacientes, sino también a sus familias, cuyos integrantes durante muchos años han permanecido en el hospital, alterando su dinámica nuclear y comunitaria. Las madres, además de ser esposas, tienen otros pequeños, a quienes no pudieron brindar más tiempo por permanecer con su hijo enfermo.
El Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) de Breña indicó que la externalización, además, permite generar un mayor dinamismo en cuanto a la oferta de camas hospitalarias. “La cantidad de pacientes crónicos y postrados neurológicos se está incrementando progresivamente, disminuyendo la oferta para pacientes agudos”, puntualizó el doctor Aranda Paniora.