El atentado ocurrió en el cruce de los jirones Acomayo y Conde de la Vega. Negocios de la zona denuncian amenazas y cierre por extorsión. (Imágenes de Panamericana)
El atentado ocurrió en el cruce de los jirones Acomayo y Conde de la Vega. Negocios de la zona denuncian amenazas y cierre por extorsión. (Imágenes de Panamericana)

Un violento ataque con un artefacto explosivo se registró en el frontis de una pollería con más de 20 años de funcionamiento, ubicada en el cruce de los jirones Acomayo con Conde de la Vega, en el Cercado de Lima.

Imágenes que difundió Panamericana TV de las cámaras de seguridad muestran a dos sujetos a bordo de una motocicleta. Uno de ellos desciende, deja el artefacto explosivo en la puerta del negocio y, segundos después, se produce la detonación. Ambos huyeron rápidamente en el vehículo menor.

Daños materiales y riesgo para transeúntes

La puerta principal del establecimiento quedó seriamente dañada, mientras que varias lunas de negocios cercanos resultaron destrozadas por la onda expansiva.

Vecinos alertaron que, al momento del atentado, había niños jugando cerca del lugar, lo que incrementó la preocupación por el nivel de violencia registrado en una zona residencial y comercial.

Denuncian más casos de extorsión

Moradores del sector denunciaron que este no sería un hecho aislado. Indicaron que varios negocios vienen siendo víctimas de extorsión, situación que ha generado temor generalizado.

“Yo que soy una persona de edad no puedo vivir tranquila, ya no sé qué hacer. Me da miedo salir”, declaró la madre de una de las afectadas a Panamericana.

Negocios cierran por temor

Debido a las amenazas, algunos comerciantes han optado por cerrar sus establecimientos, mientras que vecinos señalaron que incluso comerciantes ambulantes estarían siendo extorsionados.

Agentes de la Policía Nacional del Perú, pertenecientes a la Comisaría de Conde de la Vega, llegaron hasta el lugar para resguardar la zona y realizar las diligencias correspondientes.

Pedido urgente de mayor seguridad

La indignación de los vecinos se hizo evidente tras el atentado. “Todo el mundo está siendo extorsionado, esto no es juego. Hay pequeños negocios que están cerrando”, expresó uno de los entrevistados.

Los propietarios de la pollería afectada prefirieron no declarar por temor a represalias. Hasta el momento, se desconoce el monto de dinero que los extorsionadores habrían exigido.

Los vecinos exigieron mayor presencia policial y del serenazgo, así como acciones concretas contra las bandas criminales que operan en la zona.