Durante una visita de control inopinada realizada, de manera sorpresiva, la noche del último viernes, la Contraloría detectó problemas significativos en el Hospital Guillermo Almenara y el Hospital III de Emergencias Grau.
En el primer caso, se identificó demoras de hasta dos horas en la atención de pacientes en el área de nefrología. Asimismo, se comprobó que las instalaciones eléctricas presentan condiciones deficientes que podrían derivar en accidentes si no se toman medidas correctivas.
En tanto, en el Hospital Grau, se constató la ausencia de un botón de pánico para casos de emergencia y que el personal de radiología no tiene equipos de protección.
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