Si tienes un negocio o estás por crear uno, es importante contar con asesoría en administración y contabilidad para así tomar decisiones financieras acertadas. Desde cómo producir más dinero, protegerlo, presupuestar gastos, invertir y hasta adquirir mayor información, son las respuestas que necesitas para definir una estrategia y mejorar estas cifras. De eso se trata la inteligencia financiera, básicamente se centra en la visión que debes tener para crear tus oportunidades de negocio y seguir haciendo más dinero, explica la empresaria Brenda Durand.
Lo ideal es aplicar la inteligencia financiera desde el inicio, y funciona tanto para el emprendedor o empresario, quienes podrán costear de manera correcta los productos y servicios que venden. Es decir, lo que se quiere es generar una utilidad correcta, donde se involucre además al mercado, analizando la competencia, el precio, y en base a eso generar un plus.
Lo que ocurre con frecuencia para quienes emprenden es que no suelen valorizar su mano de obra, es decir su propio trabajo, porque asumen o creen que es parte de la utilidad, pero esto es negativo. La ganancia es para el negocio no para el emprendedor. La idea siempre será ganar y no perder, y prender la alerta si estás en rojo.
Contar con un método que te permita organizar tus números te ayudará a crecer, formalizar, acceder a préstamos, y verás que tu negocio mejorará mes a mes en aspectos como la rentabilidad, utilidad, metas monetarias, entre otros.
Recuerda que si en tu negocio no cuentas con un perfil de administrador o contador, lo mejor es contratar los servicios de un profesional externo para lograr un buen análisis e investigación de tu gestión, hasta la implementación de una estrategia que te permita cumplir metas y generar ingresos.
Estas recomendaciones son para unas finanzas inteligentes. Tus mejores aliados serán un papel y lápiz, y luego a una hoja de Excel.
1. Ponle un costo a tu tiempo. Tu hora de trabajo tiene un precio, acostúmbrate a sumarlo como un gasto. Incluye los “gastos hormiga” dinero que gastas casi a diario y que, al considerarse insignificantes, no los sumas al presupuesto (pasajes, viáticos, útiles, otros).
2. Lleva un control de tus gastos. Pide boleta o factura de tus compras y pago de servicios. Guárdalos en un sobre y súmalos a tu hoja de gastos.
3. Cobra el IGV en tus productos. Suma el 18% en tu precio de venta final. Lo vas a pagar tarde o temprano. Incluye los servicios de manera proporcional.
4. Ten la agenda llena. Oblígate a generar reuniones mensuales con potenciales clientes y proveedores.
5. Amplía tus metas económicas. Que la cifra te supere hará que trabajes al 200% para cumplirlas. Sé ambicioso. Tu meta monetaria puede ser semanal, quincenal o mensual. O metas de ventas, aumenta las cantidades cada mes.
6. Capacítate y asesórate. Si no tienes habilidades financieras, busca un profesional. No lo veas como un gasto sino una sana inversión. También, recuerda que hay talleres virtuales y presenciales que te pueden enseñar a costear tus productos.
Si manejas números, cantidades, dinero, toma nota de estos consejos y evita tener problemas a futuro con la Sunat. Aprende e incorpora una metodología adecuada y a usar la tecnología para poder cobrar lo correcto y tener finanzas inteligentes.