Especialista advierte que las fiestas de fin de año no son tan mágicas como se piensa, y recomienda estar atentos al estado emocional de quienes amamos.
Especialista advierte que las fiestas de fin de año no son tan mágicas como se piensa, y recomienda estar atentos al estado emocional de quienes amamos.

El último viernes, una mujer se lanzó a la vía exclusiva del Metropolitano para quitarse la vida. En diálogo con Correo, el psicólogo y terapeuta hace un acercamiento a lo que miles de peruanos sienten en estas fechas y las fatales consecuencias que se pueden desencadenar sin el apoyo necesario.

¿Las fiestas de fin de año son fechas de plena felicidad?

En realidad, las fiestas de fin de año, lejos de ser mágicas y cargadas de espíritu navideño, como se pinta en toda la publicidad, tienen el lado de la depresión. Para muchas personas, ha sido un año difícil desde el punto de vista económico o familiar. El nivel de estrés aumenta de manera significativa considerando el tráfico y la inseguridad ciudadana.

¿Qué escenarios se viven durante las fiestas de fin de año?

Para muchas personas, esta ha sido la primera Navidad, el primer Año Nuevo sin un ser querido. Esto va a tener va a tener un efecto bastante fuerte. Desde la pandemia, ya venimos con un porcentaje importante de personas con depresión, que se agrava en estas fechas. Esa persona que odia la Navidad es porque, probablemente, en su infancia, ha sufrido mucho durante estas épocas del año.

¿Cuánto se incrementan los casos de estrés y depresión en estas fechas?

Normalmente hablamos de un incremento del 20% en los casos. Hablamos de que tres de cada 10 peruanos están con un nivel de estrés bastante alto en estas fechas. Y eso se siente en la calle, con personas a las que no te puedes acercar, que están reactivas. Durante pandemia, aumentó un 35% aproximadamente. A veces, escuchamos a una persona que dice: “Me voy a quitar la vida”, y pensamos que no lo va a hacer. Sin embargo, hay personas que lo dicen y lo hacen.

¿Cuáles son los signos de alerta?

Una persona que habla de muerte, que dice: “Muy pronto ya no voy a hacer un problema para ti”; “Todos mis problemas se van a solucionar”. [Esa] es una persona que está dando una las señales de alerta. Hay personas que de repente pasa días sin dormir, están muy irritables, que no hacen planes futuros, que empiezan a regalar sus cosas...

Es poco probable que estas personas busquen ayuda por su propia cuenta…

Ahí manejamos lo que se llama “motivación prestada”, que significa que si tu amigo, familiar, esa persona importante en tu vida, no quiere ayuda profesional, puedes buscarla tú para poder ayudar. Ahora hay una depresión navideña, pero en los primeros días del año también se registran picos de suicidio. Hay personas que esperan pasar las fiestas para hacerlo.¿Cómo llegan a esta fatal decisión?

Primero viene la idea de muerte. El “qué pasaría si yo me muero”. De ahí, la persona empieza a pensar en el cuándo, cómo y dónde. Entonces, empieza, por ejemplo, a pensar en la metodología. ¿Qué dice esta metodología?

Dice que las mujeres toman medicamentos, generalmente benzodiacepinas, en la mayoría de los casos. Por eso vemos más intentos de suicidio en las mujeres. Las mujeres lo intentan el doble que los hombres, pero los hombres utilizan una metodología más violenta, se lanzan al vacío, usan armas de fuego. Los hombres lo intentan menos, pero lo logran más porque la metodología suele ser más violenta. El problema del suicidio es lo que se conoce como un aprendizaje por imitación, cuando no hay un buen tratamiento de las imágenes. Los medios tradicionales ya saben cómo trabajar las imágenes. El problema es que ahora hay muchos medios digitales que no tienen regulaciones. Entonces podemos ver transmisiones en vivo de imágenes que estarían prohibidas en televisión.

¿Hay mayores riesgos por esta situación?

Esto tiene un efecto en los pacientes con depresión. El riesgo se da cuando la persona ya tiene lo que se llaman ideas de suicidio fijas. Eso significa que la persona piensa que la única manera de solucionar sus problemas es quitándose la vida, dejando de vivir para que su familia sufra menos. Pero, ¿qué pasa? Piensan en que no quieren que su familia pase una mala Navidad, no quieren que pase un mal año nuevo, y lo dejan para las primeras semanas de enero.

¿Qué más se podría hacer sobre el tema?

Creo que el trabajo preventivo en nuestro país debe tener una mayor inversión el próximo año. Creo que necesitamos un zar de la salud mental, o un Viceministerio de Salud Mental que tenga más recursos para poder continuar con los tratamientos que ya se viene haciendo y con el trabajo preventivo.