La acusaban de haber ‘centrado’ a un empresario al que asesinaron de 30 balazos el año pasado en Pachacámac, por lo que vivía encerrada en su casa, ya que temía por su vida pero, al creer que el peligro había pasado, retomó sus actividades personales sin imaginar que seguían sus pasos. Un sicario acabó con la vida de una adolescente de 17 años al dispararle 13 tiros cuando se disponía a ingresar a un gimnasio en la zona de Manchay.
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El crimen ocurrió esta mañana frente al local ubicado en la calle 9. El sicario, según indagación de la Policía, llegó a bordo de una moto con su cómplice, interceptó a la menor y le disparó para después fugar.
La adolescente, aún con signos de vida, fue conducida de urgencia al hospital en La Molina pero el médico de turno se limitó a certificar su deceso.
Hasta la escena del ataque llegaron peritos de criminalística y detectives de la Depincri del distrito, quienes asumieron las pesquisas.
Los deudos de la menor acusaron al entorno del empresario Raúl Jonathan Sanabria Miranda (37), quien fue asesinado de 30 disparos el 19 de diciembre del año pasado en la avenida Gregorio Albarracín, en la Asociación de Vivienda Jireh, en Manchay Alto (Pachacámac), de supuestamente estar tras el crimen.
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La familia de la víctima señala que allegados al empresario acusaban a la menor de supuestamente haberlo ‘centrado’ ante los sicarios para que lo asesinen.