Recibir un vaso de chicha de manos de un desconocido pudo a la trabajadora de limpieza pública Luz María Cuellar Ormeño (58) y su nieta, quienes terminaron en una de las bancas de la plazuela Belén.

Delito en la zona

Familiares refieren que el hecho sucedió el jueves a las 11.30 de la noche. “Primero se le acercó una mujer a ofrecerle un vaso de cebada y después un hombre con un vaso de chicha, que fue ingerido por mi madre y mi sobrina que la acompañaba, después ellas perdieron la razón”.

Inicialmente, Luz María no aceptaría la invitación, pero ante la insistencia de este venezolano, su nieta tomo el vaso, bebió de este y su abuela haría lo mismo, perdiendo ambas el conocimiento a los pocos minutos. 

Un compañero de trabajo se percataría del hecho, llegando al auxilio de la trabajadora municipal y su nieta de 15 años, pidiendo la ayuda del serenazgo y una ambulancia para su traslado al hospital San Juan de Dios de Pisco.

”Parece que la intención habría sido secuestrar a mi sobrina, pero como hubo una reacción del compañero de mi madre, emprendieron la fuga los extranjeros”, supo referir el hijo de la trabajadora municipal.

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