El país aún no alcanza la meta que se propuso el Ministerio de Salud de reducir la desnutrición crónica infantil a un 6,4 %. Factores como la pandemia y la situación económica reciente han contribuido con el estancamiento en la mejora de los indicadores de la desnutrición.
El país aún no alcanza la meta que se propuso el Ministerio de Salud de reducir la desnutrición crónica infantil a un 6,4 %. Factores como la pandemia y la situación económica reciente han contribuido con el estancamiento en la mejora de los indicadores de la desnutrición.

Es inquietante. Sobre todo porque detrás de cada número hay historias y rostros. 14 733 niños de padecen desnutrición crónica (17,4%). Eso equivale a la mitad del aforo del estadio Miguel Grau de Piura. El número crece hasta los 156 100 casos de niños desnutridos en el país (15,4%). Así lo informó Letizia Sozzi, coordinadora de la respuesta de emergencia de Unicef en Piura y Lambayeque. Si desglosamos los números, tenemos que 1 441 niños (1,7 %) padecen desnutrición aguda en Piura y 17 526 (1,7 %) en todo el Perú. Estas cifras revelan deficiencias del Plan Nacional de Reducción y Control de Desnutrición Crónica y Anemia en Perú.

La desnutrición infantil se origina por la insuficiente ingesta de alimentos y nutrientes esenciales. Esta problemática sigue generando preocupación. Sus principales causas son: la falta de recursos o la inaccesibilidad económica y la falta de servicios básicos, como agua potable y desagüe.

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A pesar de no haber alcanzado la meta establecida por el Ministerio de Salud (Minsa) de reducir la desnutrición crónica infantil al 6,4 %, Miguel Sáenz, nutricionista del Hospital Cayetano Heredia de Piura, dijo que si se comparan con las cifras de hace 10 o 15 años, se ha observado una leve, pero significativa disminución. Sugiere que, en los años anteriores, durante la implementación del Plan Nacional de Reducción y Control de la Anemia y la Desnutrición Crónica, hubo efectividad. Sin embargo, en la actualidad, no hay avances significativos.

Marcos Enigma, nutricionista del Hospital Las Mercedes de Paita, dijo que “en las zonas rurales como Catacaos y La Arena, ubicadas en el quintil cinco de pobreza, se tienen creencias de que el anís, la hierbaluisa, la agüita de mondongo y la leche de tarro son suficientes para contrarrestar la desnutrición”. Este actuar evidencia la desinformación y el seguimiento de prácticas alimentarias erróneas por los padres y madres de familia. “Muchos piensan que un vaso de leche brinda la suficiente energía a un niño para todo el día, lo que es incorrecto”, declaró el especialista.

“El detalle es que la población no está educada. Por ejemplo, ahora para contrarrestar la anemia se recetan suplementos de hierro, lo que a veces causa en los niños el estreñimiento y, a raíz de esta situación, los padres deciden suspender el tratamiento antes de que sea completado. Nosotros, como nutricionistas, debemos darle la alternativa de otros alimentos, como la sangrecita, el hígado, el bazo y las menestras”, añadió.

(Esta nota ha sido elaborada por estudiantes de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Piura. Colaboraron: Nicole Santimperi, Ana Culquicóndor y Gabriela Seminario, en redacción; Marcelo Cevasco, Gabrielle Trelles, Bertha Saldarriaga y Alisa Farías, en investigación).

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