Los canes de raza potencialmente peligrosa sin supervisión generan peligro. No es fácil determinar el número de afectados. La posta de Los Algarrobos registró 24 denuncias en agosto por ataque de perros; en el Centro de Salud Materno Infantil de Castilla (Cesamica) hubo cuatro denuncias y en la Comisaría de Piura solo tres en septiembre.
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La experiencia de ser atacado por un perro puede ser traumática. A Helmuth Vega le ocurrió. El pasado julio, a las seis de la tarde, mientras paseaba a sus dos perros en la calle Los Nísperos de la urbanización Santa María del Pinar, en Piura, avistó a dos perros de raza pitbull terrier americano que se acercaban para atacarlos. Alcanzó a proteger a uno de sus perros, sin embargo, su segunda mascota, una perrita de raza poodle, sufrió una herida de gran profundidad que va desde su pecho hasta el muslo.
Aquellos pitbull no contaban con bozal ni correa cuando lo atacaron. Tras este incidente, Vega denunció a los dueños de los perros, quienes han mostrado resistencia al reconocer su responsabilidad y se han desentendido de la situación. Hasta el momento el joven sigue a la espera de encontrar justicia.
REQUISITOS Y MULTAS
En Perú, dos leyes regulan la tenencia de perros como mascotas y el manejo de razas consideradas potencialmente peligrosas. El artículo 3 de la Ley 27596 establece criterios específicos para la adquisición de pitbull terrier americano y sus cruces. Ordena que la edad mínima para tu tenencia es de 18 años y capacidad de ejercicio.
Esta norma exige el uso de correas resistentes y bozales en lugares públicos, especialmente para las razas potencialmente peligrosas. En casos de ataques caninos, las sanciones varían, desde multas hasta la posibilidad de sacrificar al perro en caso de no cumplir con las regulaciones.
Edwin Alfaro Villoslada, oficial de sector de la Comisaría de Piura, explicó que en caso de denunciar un ataque en la comisaría, el dueño del perro atacante recibe una multa de 3 000 soles o 4 600 soles, dependiendo de la gravedad del ataque, y se le pide registro de todas las vacunas recibidas por el animal. En caso el dueño se rehúse a pagar la multa, el can será sacrificado.
Si se paga la multa y el can no cuenta con sus vacunas, este es mandado a un refugio y se le quita al dueño la custodia del animal. En el caso de canes callejeros, el animal es sacrificado, señaló el oficial.
Sin embargo, en las postas médicas como la de Los Algarrobos, en Piura, y Cesamica, en Castilla, se ha adoptado un procedimiento diferente.
A pesar de recibir numerosas denuncias de ataques de perros, en su mayoría de raza criolla, no se ha sacrificado a ningún animal. Se prioriza evaluar su comportamiento y salud antes de llevarlos a refugios.
“Se procura siempre el bienestar y la vida del animal”, recalcó la doctora Melisa Mogollón, encargada del área de Vacunación y Salud Ambiental de la posta Los Algarrobos.
El especialista de salud animal de la veterinaria municipal, Ricardo Sosa, afirma que “la educación canina varía según el temperamento y la genética de cada perro”; sin embargo, enfatiza en que “es necesario recordar que el nivel de responsabilidad del dueño también desempeña un papel fundamental en el comportamiento del can en su vida adulta”.
Esta nota fue elaborada por estudiantes de la Universidad de Piura. Colaboraron: María Rentería, Eduardo Zapata (redacción); María Belén Encalada, María Fernanda Espinoza, Anabella Borrero, Luis Felipe Sevedón y Milagros Montalván (entrevistas).