Piura: Al rescate de dos festividades Tallanes hoy olvidadas en Narihualá

Buscando rescatar del olvido dos festividades ancestrales que nos legaron nuestro antepasados Tallanes, el joven investigador Ernesto Mogrovejo Ramos, trata de llegar a nuestra autoridades y ha preparado una semana de actividades que arrancan mañana en Narihualá.

“Existen historias y bibliografía que detallan que antiguamente los Tallanes, tenían dos fiestas religiosas muy marcadas. Una se realizaba entre los meses de febrero y marzo y la segunda a finales de noviembre”, refiere el popular “Neto”.

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CONCEJOS DE CURACAS

Puntualiza que estas eran los “Concejos de Curacas”, convocados dos veces al año lunar para dar soluciones a los problemas cotidianos y para pedir o agradecer abundancia al Dios Walak.

“Venían Curacas de todo el llano, desde el sur del golfo de Guayaquil hasta el límite norte de Lambayeque con esposas, harem, custodios y el pueblo. Se quedaba en el “Tambo de los Curacas”, (actualmente Iglesia San Juan Bautista) y el resto del séquito se dirigía a Narihualá a preparar chicha y potajes con los mejores productos de la zona”, dice,

“En Catacaos se deliberaban por 3 días, asuntos politicos, temas de administración territorial, conservación de buenas costumbres, el orden dentro de cada curacazgo, intercambios de cosecha, préstamos de alimentos, etc”, puntualiza.

Terminado esto, caminaban hacia Narihualá para rendir culto a Dios Walak, antes de la siembra, haciendo ofrendas para tener optimas cosechas. Así trancurría una semana, festejando, comiendo y tomando chicha. “En febrero y marzo, según la luna, se celebraba el gran “Concejo de Curacas y el culto a la siembra”, pidiendo por un período de fertilidad y abundancia. Y en noviembre se celebraba el segundo “Concejo” y se hacia el agradecimiento a la abundancia”, refiere Neto.

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PROPUESTA

“Yo creo que estas dos fechas deben ser institucionalizadas. Son festividades que se daban en la vida Tallán, no estamos inventando nada. Hay que lograr que salgan del olvido, son festividades ancestrales, han existido y deben ser rescatadas a fin de dejarle a Catacaos dos semanas turísticas que perduren en el tiempo”, dice.

Ademá propone, “recrear estas festividades, los tres primeros días con mesas de diálogo para que podamos aportar ideas y normas para poder tener una mejor convivencia y los demás días de la semana que sean festivos, con todo lo que involucra al arte, cultura, turismo, etc.”.

Por ello del 21 al 27 ha programado actividades con Mesas Redondas y diversas presentaciones culturales, siendo lo más llamtivo el Festival del Copús, culminando el domingo 27, con la fiesta del agradecimiento a la abundancia en Narihualá.