El chofer de una cisterna de la EPS Grau, que llevaba agua a diversos pueblos, se salvó de morir, luego de ser rescatado entre los fierros del vehículo que cayó a una hondonada, al costado de la Panamericana Norte del distrito de Marcavelica, en Sullana.
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Suceso
El hecho se registró cerca del mediodía, cuando Donald Segundo Elizalde Silupú (44), que conducía la cisterna de placa P2U-805, había salido de Piura con destino al centro poblado de La Golondrina y otros pueblos aledaños, donde les iba a dejar agua debido al desabastecimiento que hay por este vital líquido elemento.
Pero al llegar a la altura del sector La Segunda, del centro poblado de Mallares, se despistó. El chofer habría querido estacionarse a un costado de la carretera, pero esa maniobra hizo que cayera a una hondonada de casi diez metros. El vehículo quedó con las llantas para arriba.
Tras ello, el conductor Elizalde quedó atrapado por varios minutos en la cabina de la cisterna, pidiendo a gritos ser auxiliado. Los bomberos de la Compañía 43 de Sullana, junto a la Policía de la comisaría de Marcavelica, llegaron y con ayuda de diversos accesorios pudieron sacarlo y trasladarlo en una ambulancia al Hospital de Apoyo II.
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Ahí, el chofer, que es natural de la ciudad de Piura, fue atendido por el médico de turno Martín Carreño, quien le diagnosticó policontuso por accidente y tuvo que quedar internado en el mencionado nosocomio y bajo observación del personal médico.
“Donald venía a prestar servicios por el desabastecimiento de agua a La Golondrina y otros caseríos de la zona. Él ha salido solo de allá (de Piura)”, contó un trabajador de la EPS Grau que llegó al lugar del accidente, en Sullana.