Ayer, los estudiantes del quinto “C” de la institución educativa San Jacinto de Vice debieron regresar de su viaje de promoción felices para contar sin cesar sus anécdotas, pero no fue así, en lugar de eso, cuatro de ellos junto a una madre de familia que los acompañó, partieron a un viaje a la eternidad y sin retorno, dejando sumida en la más profunda tristeza y dolor a sus familias y amigos, que lloran sin cesar su repentinas y trágicas muertes.
“Tu siempre serás la melodía en mi corazón”, se podía leer en los polos que llevaban puestos los padres y familiares de Pedro Israel Nizama Goicochea, cuando su ataúd salió cargado en hombros de su vivienda en el distrito de La Unión, para iniciar de esta manera el cortejo fúnebre.
¡Ay Pedrito, mi vida, mi corazón. Ay Pedrito, no, no, no me dejes. Tan ilusionado que te fuiste y regresas así”, repetía Grace Goicochea, madre de Pedro, mirando el frío ataúd de su hijo con el alma y corazón destrozado en mil pedazos.
Escenas de inmenso dolor se repetían también en las viviendas de Sandra Chulle Panta (caserío Sánchez de Vice) y en Becará, en las casas de Cris Jair Panta Eca y Yessica Mayte Panta Reyes.
Lo mismo sucedía en el hogar de Carmen Huiman Timaná, madre de familia que acompañaba a su hijo promocional, Jairo (17), quien en sillas de ruedas y con las heridas producto del accidente y pese al dolor físico, no se despegó ni un solo momento de su mamá.
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A las 9 de la mañana fueron llegando los 5 ataúdes a la institución educativa San Jacinto de Vice, donde se les rindió un póstumo homenaje. Además, se realizó la misa de cuerpo presente, la cual estuvo presidida por monseñor Guillermo Elías Millares, quien trajo consigo las condolencias y oraciones de parte del Santo Padre, el Papa Francisco, para las familias y el pueblo de Vice, por la irreparable pérdida de los cuatro adolescentes y la madre de familia.
“El nuncio apostólico del Perú me llamó anoche por teléfono y me dijo que le diga al pueblo que esta noticia ha transcendido al mundo y que el Santo Padre está unido al dolor de este pueblo y que además estaban orando. Quiero transmitirle el sentir del Santo Padre a las familias”, dijo Elías durante la homilía.
Posteriormente, monseñor bendijo cada uno de los féretros y a los sobrevivientes del fatídico accidente.
Uno de los momentos más dolorosos y que provocó varios desmayos de los familiares y amigos de los adolescentes y la madre de familia, fue cuando se acercaron a despedirse de cada uno de ellos. Sus amigos, aún con raspones, heridas y dolores producto del accidente, lloraban sin cesar sus muertes, pues ayer tenían que regresar del viaje soñado de promoción y en lugar de eso, los acompañaron hasta su última morada.
Las lágrimas y lamentos salían desde el fondo de sus corazones, lo cual provocaba que lloren desconsoladamente abrazando sus féretros, suplicándolos a cada uno de ellos que “se paren y levanten” y que esto solo se trate de una terrible pesadilla que necesitan despertar y olvidar.
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Un momento doloroso fue también cuando Jairo, sobreviviente del accidente, en sillas de ruedas y junto a sus padre y hermanos, se acercó al cajón de su madre, Carmen Huiman, suplicándole que “regrese”.
Pero lamentablemente el dolor al verla en esa fría caja, lo hacía regresar a la cruda realidad.
El cuerpo de Pedro Israel fue llevado hasta el cementerio de Chalaco, en La Unión. A Sandra Chulle y Carmen Panta las sepultaron en el cementerio de Vice, en medio de desgarradoras escenas de dolor.
Cris Jair Panta Eca y Yessica Mayte Panta Reyes fueron trasladados al cementerio de Becará, previo a ello se les realizó un responso en la iglesia de su localidad. Además, la comuna distrital les rindió un homenaje.
Las madres de ambos jóvenes, en el interior de la iglesia, se confundieron en un doloroso abrazo, al ver a sus adorados hijos en sus cajas. La madre de Jair se desmayó al sentir tanto dolor e impotencia de no haber podido hacer algo para salvar la vida del mayor de sus cuatro hijos.
Durante los cortejos fúnebres los pobladores llevaron carteles agradeciendo la solidaridad de Moyobamba.
Una multitud acompañó la misa, homenaje y sepelios de los cuatro estudiantes y una madre de familia que fallecieron en el fatídico accidente ocurrido el último sábado en la carretera Fernando Belúnde Terry, en Moyobamba, San Martín. Los pobladores agradecieron la solidaridad de Moyobamba