Los hampones amenazaron con armas de fuego en la cabeza a cada uno de los tres hijos de la víctima para apoderarse del dinero.
Los hampones amenazaron con armas de fuego en la cabeza a cada uno de los tres hijos de la víctima para apoderarse del dinero.

Una gavilla de delincuentes, entre ellos dos mujeres disfrazadas de enfermeras, con armas de fuego, asaltaron en su propia vivienda a una prestamista y se llevaron S/17,500 en el distrito de .

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Banda

El violento asalto ocurrió a las 8:15 de la mañana en circunstancias en que la prestamista, Luz María Coveñas Fernández (48), se encontraba en su vivienda ubicada en la calle Alan García del barrio San José, junto a sus tres menores hijos.

En ese momento, dos mujeres vestidas de enfermeras supuestamente del centro de salud de La Unión, golpearon la puerta de su vivienda y le solicitaron ingresar para realizar un tamizaje de hemoglobina a uno de sus menores hijos, como parte del programa contra la anemia.

En segundos aparecieron tres delincuentes fuertemente armados e ingresaron violentamente a la vivienda y apuntaron en la cabeza a la madre de familia para que les entregue las claves de seguridad de la caja fuerte.

“Desde hace dos y tres meses recibía amenazas de que ingresarían a robar en mi casa. Cuando intenté activar la alarma, los delincuentes me arrojaron al suelo, golpearon la cabeza y me pusieron el arma en la cabeza para que les entregue el dinero”, contó a la Policía Coveñas Fernández.

La prestamista agregó que los delincuentes la amenazaron con asesinar a uno de sus tres hijos que se encontraban en el segundo piso, si es que no entregaba la clave del lugar donde guardaba su dinero.

“Me dijeron que matarían a uno de mis niños, a cada uno de ellos los tenían apuntados con un arma de fuego en la cabeza. Les tuve que decir la clave para que suelten a mis hijos. El dinero se lo llevaron en un maletín”, añadió llorando la agraviada.

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Los delincuentes con el dinero huyeron en una moto hacia el barrio 8 de Diciembre.

“Yo cuido a los hijos de la señora y a pesar que golpeaba nadie me abrió la puerta, hasta que uno grito que estaban haciendo cuentas y luego ingresé. Encontré a la señora que la tenían amenazada con un arma”, contó uno de los testigos.

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