La presunta organización criminal se infiltraba en las embarcaciones para amenazar a los empresarios pesqueros, quienes no denunciaban por temor a replesalias.
La presunta organización criminal se infiltraba en las embarcaciones para amenazar a los empresarios pesqueros, quienes no denunciaban por temor a replesalias.

Las primeras investigaciones fiscales revelan que los presuntos integrantes de la organización criminal se habrían hecho pasar como cargadores y estibadores para acercarse a sus víctimas y luego extorsionarlos.

VER MÁS: Piura: “Los Injertos de Sechura” eran el terror de los empresarios

Detenidos

La investigación revela que “Los Injertos de Sechura”, cuyos integrantes cometían sus fechorías bajo la fachada de un seudo sindicato, cobraban un cierto porcentaje de dinero a los empresarios pesqueros a cambio de dejarlos trabajar.

Los sujetos se organizaban para integrarse a las embarcaciones que llegan a la caleta de Puerto Rico como estibadores, ayudantes de bodega, jaladores, encargado del pesaje del producto hidrobiológico (pescado y otros) y abastecedores de hielo, buscando el momento adecuado para someter a los responsables de la embarcación (Patrón o Capitán), para cometer una diversidad de ilícitos penales tales como extorsión, robo agravado (asalto y robo a mano armada) y otros delitos afines.

Esta organización venía atemorizando a los pescadores desde hace años causando zozobra, temor y gran indignación a los empresarios pesqueros, pescadores artesanales y bolicheros de los diferentes puertos pesqueros de Sechura, considerada una de las provincias con una economía diversificada, competitiva, rentable y sostenible, aprovechándose de esto para que los delincuentes cometan sus actos ilícitos.

PUEDE LEER: Piura: Capturan a 16 integrantes de la organización criminal “Los Injertos de Sechura”

La presunta banda perpetraba sus hechos con gran crueldad y peligrosidad poniendo en riesgo la vida de sus víctimas en todo momento, utilizando armas de fuego de corto y largo alcance, con los cuales los amenazan y apuntan en todo momento. Los empresarios no denunciaban los actos ilícitos por temor a represalia y procedían a cumplir con los pedidos de esta organización criminal que pedía un porcentaje por cada carga que hacían los pescadores de estas zonas.