En cada festividad, decenas de juliaqueños le llevan ofrendas como flores, vino, mixtura, cerveza y otros, a la piedra “misteriosa” ubicada en la esquina de los jirones Carlos Lavagna con Sandía en Juliaca. Este 1 de agosto no fue la excepción.
Según cuentan los pobladores, esta piedra cambia de lugar misteriosamente, porque en aquellos tiempos este objeto de regulares proporciones se encontraba en las faldas del cerro calvario al pie de un socavón, a un costado del coliseo cerrado de Juliaca.
Luego no saben cómo fue traída a la esquina de los jirones Carlos Lavagna y Sandia, donde permanece desde varios años. Creen que esta piedra posee energía y poder por haber estado expuesto al aire libre cientos y miles de años. Varios pobladores, en fechas festivas, adornan esta piedra con serpentinas, mixturas, flores y otros.