Han transcurrido tres años desde que se instalaron las mesas de diálogo para mitigar la contaminación en la cuenca Llallimayo, en la provincia de Melgar, pero los compromisos son letra muerta. La dirigencia, cansada de los compromisos incumplidos, advierte protestas.
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Ayer se tenía prevista una mesa técnica para que se informe los avances de los proyectos del plan de acción para la recuperación de la cuenca Llallimayo. Debieron asistir los viceministros del Ambiente, Energía y Minas, Desarrollo Agrario y Riego, entre otros, pero brillaron por su ausencia.
Según el consultor de la unidad de diálogo y concertación del Gobierno Regional de Puno, Rogelio Cuentas, este fue el acuerdo de la última mesa técnica desarrollada el 11 de julio. Ayer se debió entregar el código único de inversión (CUI) de la planta de tratamiento de aguas ácidas.
En esa fecha, el viceministro de gobernanza territorial, Jesús Quispe Arones, se comprometió también a que se daría cuenta sobre el avance del plan cierre definitivo de la minera Aruntani y otros proyectos productivos para los distritos de Cupi, Llalli, Umachiri y Ayaviri.
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Rompen diálogo
Hernán Nina, presidente del Frente de Defensa de los Recursos Hídricos de la Cuenca Llallimayo, señaló que ante este desaire y las constantes mecidas del Ejecutivo, iniciarán una huelga indefinida desde el 14 se septiembre.
El dirigente señala que, en más de 10 años, no se ha avanzado prácticamente nada. El 04 de abril en Umachiri se acordó dar un plazo de 180 días para que se evidencien algunos resultados de estas mesas de trabajo.
Ante la desidia del gobierno por la problemática ambiental, evalúan unirse con los afectados por la contaminación de la cuenca Coata y otros, para acatar una media de lucha más contundente.