Las condiciones en las que operaba el local eran insalubres. Puno. Foto/Difusión.
Las condiciones en las que operaba el local eran insalubres. Puno. Foto/Difusión.

La madrugada del viernes último se realizó un operativo en el jirón Progreso y los fiscalizadores detectaron una discoteca que atendía bajo la fachada de una iglesia. Querían guardar las apariencias, pero el ruido ensordecedor y el caos que trajo a la zona los pusieron al descubierto.

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El viernes último, fiscalizadores de la Municipalidad Provincial de Puno intervinieron una discoteca clandestina que operaba bajo la fachada de una iglesia evangélica. El local funcionaba entre los jirones Progreso y los Incas.

Fuera de la fachada de este establecimiento había un letrero que decía Iglesia Evangélica Pentecostal de Jesucristo, pero sus actividades eran ajenas a su rubro. Las autoridades evidenciaron que no solo carecía de autorización, sino que también operaba en condiciones deplorables.

Los asiduos concurrentes fueron sorprendidos por las autoridades y miembros de Serenazgo Municipal. El antro denominado “La Santa Resto-bar”, era atendido por Doris Yaneth Quispe Quispe, quien también sería la propietaria del local.

Con la ayuda de la policía, los asistentes en estado de ebriedad, fueron desalojados de la discoteca, mientras que las autoridades municipales incautaron licores de dudosa procedencia, equipos de sonido y demás enseres. La propietaria fue notificada para que se someta a las sanciones de ley.

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Acciones

Según los fiscalizadores es la tercera vez que se realiza un operativo en este lugar, que ya había sido clausurado en una anterior oportunidad por reincidir en infringir las normas, por lo que en esta ocasión las sanciones que enfrentarán los dueños serán drásticas. Su público era generalmente jóvenes universitarios al encontrarse cerca de la Universidad Nacional del Altiplano, aunque también concurrían menores de edad.

Los vecinos exigen que este y otros locales similares asentados en la zona sean clausurados definitivamente.