Dirigente advierte a la población puneña en general no dejarse engañar. Foto/Javier Calderón.
Dirigente advierte a la población puneña en general no dejarse engañar. Foto/Javier Calderón.

Más de una treintena de transacciones ilegales, se habrían concretado en el presente año, por parte de los hijos de Julián Quispe Ticona, principal implicado en tráfico de terrenos en el sector Cancharani, ubicado a unos minutos de la ciudad de Puno.

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El presidente de la Asociación de Vecinos Manto Cancharani, Salvador Quispe Flores, advierte de esta situación, amparado en documentación que ya se encuentra en la fiscalía, con la finalidad de que, las investigaciones determinen responsabilidades.

Antecedentes

Ocurre que, en 1981, el entonces obispo, monseñor Jesús Mateo Calderón Barrueto, dona un predio de 10.5 hectáreas a la Asociación de Vecinos del Barrio Manto, para la construcción de un cementerio y un local comunal. Este terreno es devuelto al obispado, por Julián Quispe Ticona en el año 2000, ya que no se cumplió la cláusula donde se establece que, en un año debía estar construido el campo santo. Existe una escritura pública, como testimonio de la devolución.

Lo curioso es que, un año después aparece una escritura donde, supuestamente el dueño del terreno es, Fernando Quispe Ramos, quien habría vendido el predio a su hijo, Julián Quispe Ticona en el 2012.

“Casualmente” estos documentos salen a la luz, cuando de por medio existe una escritura pública de compra venta del año 2021, otorgada por el obispado, donde aparece que, el vendedor es el obispo Jorge Carrión Pávlich y el comprador es Salvador Quispe Flores.

Ese mismo año, inicia la invasión de los terrenos en cuestión. Es decir “Salcedo Lote 18″, que comprende un área de 37.50 hectáreas.

No solo eso. El 11 de febrero de 2022, se presenta una constancia de posesión emitida por la Agencia Agraria Salcedo, sin embargo, se advierte que este documento es falso.

“La fiscalía tiene que valorar las pruebas”, señala Quispe.