Mobiliario educativo en desuso, cables expuestos, basura, mallas raschel en mal estado, entre otros, fueron dejados en los ambientes que fueron ocupados por el colegio Francisco Antonio de Zela durante tres años, en la institución educativa Jorge Basadre.

Docentes y padres de familia reclamaron porque no fue limpiado el colegio luego de la mudanza de las alumnas del plantel que los cobijo. Aún permanecen dos quioscos escolares abandonados y conexiones eléctricas expuestas en los espacios donde estaban las aulas prefabricadas que fueron retiradas.

Además de baños químicos y carpetas, sillas, escritorios, etc. que fueron dejados, representan un riesgo para los menores que estudian en el plantel educativo, indicaron docentes. Los alumnos tuvieron que retirar ayer parte de los bienes dejados en la losa deportiva. 

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