'Dios me dio una segunda oportunidad'
'Dios me dio una segunda oportunidad'

El agricultor y ganadero Yumer Catacora Ninaraqui (19) se encontraba cortando la alfalfa para alimentar a los animales de su chacra como lo solía hacer, sin presagiar que sería la última vez que vería al ganado y sus tierras. Fue arrastrado por un huaico cerca de 10 kilómetros y gracias a su perseverancia sobrevivió y fue rescatado tres días después del alud.

Catacora, con la voz entrecortada, narró a diario Correo los duros momentos que le tocó vivir cuando era llevado por el barro y piedras. Su fe en Dios le dio fortaleza para mantenerse a salvo.

Sostiene que Dios le dio una segunda oportunidad para vivir y que los sueños de viajar a Islandia con su primo Ben Hur Ninaraqui, para analizar la calidad de agua para los cultivos, se van a concretar pese a los difíciles momentos donde falleció su padre Mariano Catacora Huanca (60), la destrucción de su casa, chacra y muerte de animales.

HISTORIA. Catacora Ninaraqui recuerda que estaba en su chacra, en el sector de Mesa Grande, cuando se dio una torrencial lluvia a las 13 h y se asustó por los rayos.

En esas circunstancias llega su hermano José junto a su padre para decirle que iban a ordeñar las vacas para vender leche, pero Yumer les pidió que mejor aseguraran a los animales y se retiraron del lugar. En ello divisó que de los cerros bajaba el huaico.

“Ví al señor Samuel sacando leche y le quise ayudar ahí, vi que venía el río grande trayendo troncos, piedras y lodo, venía por todos lados. Mi padre corrió para la parte de arriba, pero ya el huaico estaba encima de nosotros, retrocedimos y yo grité ¡No! ¡No! ¡No!, caímos para adentro (huaico), mi hermano se aferró a unas cañas, yo caí al medio y mi padre a otro lado, solo vi a mi hermano cuando me llevaba la corriente a mi padre no lo volví a ver más”, contó.

Ninaraqui cuenta que en todo momento estuvo consciente del arrastre del barro y vio como era llevado hacia la parte baja del pueblo. Señaló que sentía su cuerpo como en una licuadora por la braveza del alud donde sentía que las fuerzas se le acababan.

“Cuando llegué al primer puente vi que iba a chocar contra la base y me podría matar, así que me sumergí en el lodo y pase debajo del puente . Trate de agarrarme de las piedras y troncos mientras era arrastrado para estar a flote, tragué agua con barro, fue muy fuerte, mi cuerpo se apretaba con todo lo que cargaba el huaico, tenía miedo y sentía mucho dolor en el cuerpo, no quería seguir sufriendo y me acordé de Dios, le pedí que me diera una segunda oportunidad y me encomendé a él”, relato Ninaraqui.

ARRASTRE. En el sector Oconchay y mientras era arrastrado por el huaico logró ver un árbol echado y se metió debajo. Así empezó a salir de la avalancha hasta llegar a la orilla del río.

Sintió que no tenía fuerzas para caminar y sacó energía para levantarse y se dio cuenta que no tenía su polo y su pantalón estaba destrozado.

“Traté de dormir esa noche (viernes 8) pero me levantaba por el ruido del río y todo estaba oscuro, mi cuerpo estaba cansado, en la mañana pasó un helicóptero pero no me vio así que decidí salir.

Cada vez que me despertaba mi cuerpo me dolía y se pegaba con las hojas y sentía dolor, trate de subir al escuchar un auto y me di cuenta que estaba cerca a una carretera, me arrastré y ví que seguía grande el río. Encontré una botella y la llene con agua del río, esperaba que se empozara para tomarla, me había sacado el calzoncillo para usarlo para captar agua”, relato.

“Caminé un tramo, mi cuerpo se cansaba y me senté un rato, caminé a una zona segura y tomé agua y mi cuerpo no podía más. En una zona arenosa me eché a dormir, me desperté, tomé agua y seguí caminando. Intente subir a un monte, estuve sentado un rato, llegue a subir, empezó a quemar el sol y mi cuerpo estaba mejor. Vi un tractor y pedí ayuda con las pocas fuerzas que tenía, había una persona y luego vinieron otras y me sacaron”, contó.

RESCATE. Relató que en las noches tuvo alucinaciones donde se veía que las personas lo rescataban en hombros, otras veces pensaba que estaba en un microbús como pasajero viajando o se veía como el personaje que interpretó Leonado DiCaprio en la película Titanic, donde auxiliaba a Rose tras el hundimiento del trasatlántico.

“Cuando sientan que están perdidos deben pedir ayuda a Dios,sí existe, le supliqué mucho...”, contó. Yumer está en Tacna viviendo en una casa alquilada en La Florida, junto a su madre Agripina Nianaraqui.

Atención

Yumer Catacora Ninaraqui es el menor de 5 hermanos y estuvo internado en el hospital durante cuatro días.

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