Attilia Boschetti considera como un regalo de la vida cada nuevo trabajo en la actuación, y su papel de Rosa en “La Restauración” es uno de ellos. La actriz encarna en la película a una madre muy especial, quien deberá enfrentar a su hijo de 50 años que regresa en bancarrota a la casa familiar. Pero nunca imaginará lo que su heredero planea para desalojarla y vender la propiedad sin que ella se entere.
“Yo nací para hacer este trabajo que agradezco y que para mí no es una labor pesada, agradezco mucho a la vida por haberme ofrecido ser lo que finalmente me tocaba y es ser actriz; es como la savia del árbol, es mi esencia”, dice.
¿Para una actriz con tanto oficio siempre es un reto cada nuevo personaje?
Lo que pasa es que nunca me hago a la idea de que tengo oficio, no sé si lo tengo, yo me entrego a los personajes que me llegan y no hay mucho trabajo exterior, que quizás no es justamente lo acostumbrado porque las escuelas te dan las indicaciones para llegar a crear un personaje. Los único cierto es que trabajo más por intuición, es un proceso muy interior.
¿Entonces, cada quien tiene su propia propuesta para asumir un rol?
Yo seguí una escuela durante un año cuando estaba en Italia, antes de venir al Perú, y luego todo ha sido experiencia, enseñanza en las tablas directamente, no en televisión, todo lo fui acumulando. Lo que sí hay en mí es una curiosidad, entre comillas, en lo que es el otro, la parte psicológica del ser humano.
¿Consideras que eso es algo vital en tu proceso de creación?
Lo dije hace tiempo, en un momento pensé estudiar psicología y de hecho hice acá dos años en la universidad, porque me interesa lo que le sucede internamente a las personas, a los seres humanos, esa es mi manera de acercarme a los personajes. Creo mucho en la inducción, más que en la razón.
¿Y así asumiste en la película a Rosa, esa madre tan especial y en una relación complicada con su hijo?
Es un tema grande, grande, muy grueso la relación con los hijos en general. No nos enseñan a ser madres ni padres y no sé si es un tema de aprendices, de saber, pero sí es un tema de entender que los hijos no son nuestros, son seres que vienen a hacer una experiencia de vida muy personal que no tienen por qué ser la realización de nuestras expectativas.
¿Pero ella no lo entiende?
Soy una madre que quiere controlar a su hijo en todo porque allí está su poder, ella está metida en una burbuja de una clase social decadente y el hijo representa para ella una gran frustración.
¿Cómo fue tu relación con Alonso Llosa, el director de “La Restauración que también es su ópera prima?
No solo es un director joven, es un director con una gran sensibilidad. Ha escrito como lo hacen normalmente los grandes profesionales, se ha demorado varios años en el guion que es potente, con mucho contenido y muchas lecturas posibles. Es una película que puede entretener, pero que también llega a la profundidad de los sentimientos.
ATTILIA BOSCHETTI
En 1964 ingresa a estudiar actuación en el Centro Experimental de Cinematografía de Roma. En el Perú debuta con “La casa de Bernarda Alba” bajo la dirección del uruguayo Marcelino Duffau para el Teatro Nacional Popular.