A meses de cumplir 59 años de carrera, Cecilia Bracamonte se emociona como si fuera su debut cada vez que sube a un escenario. Esa sensación es inagotable, al contrario, crece con el tiempo, y la artista considera que es la pasión por una profesión que no se arrepiente de haber elegido. “Esa emoción es también el respeto a la gente que te sigue, que es leal, la gente que es perseverante a través de los años y que siempre está allí. ¿Cómo no sacar lo mejor de uno? No importa lo que cueste, porque ellos se merecen todo, sin ellos no somos nada”, dice la intérprete que presenta este 28, “Momentos” en el Gran Teatro Nacional.
¿Cómo eres a semanas de uno de tus conciertos?
Preocupada del mínimo detalle. Esta vez, no sé si por el hecho del encierro y de tanto tiempo sin cantar en un escenario, tengo mucha ilusión con el espectáculo y me he involucrado de una manera impresionante, tanto, que me quita el sueño. Que si hago esto, ¿y si lo cambio así? y vuelvo para atrás, en fin, son mil detalles.
¿Siempre has sido así, pendiente de todo?
Siempre he sido exigente, pero hoy más que nunca y lo que estamos preparando me encanta. Vamos a ver en el concierto momentos muy simpáticos, muy sonoros y armónicos.
¿A tus 59 de carrera cuál es la clave para mantenerse vigente?
Uno tiene que ver la manera de reinventarse todo el tiempo, proponiendo cosas distintas y escuchando mucho lo qué está sonando, qué es lo que la gente quiere, con qué música se identifica. Refrescando las canciones antiguas, yo creo que todas esas cosas son la clave de la vigencia, además de mantenerte bien.
Hablando de mantenerse, ¿cómo cuidas tu voz que está intacta?
Desde que se murió mi profesor de canto de toda la vida, Manuel Cuadros Barr, ya no he tomado clases, pero de todas maneras te queda la técnica. Siempre recuerdo lo que él me repetía: ‘Tienes que cantar con los intereses, nunca con el capital’. Eso siempre se me quedó.
¿Y cómo es cantar con los intereses?
Es utilizar la técnica, no romperte la garganta por el hecho de demostrar: ‘Ay mira que alto canta’. Una buena interpretación es lo que siempre predomina.
No es necesario gritar para demostrar que eres una buena cantante...
Yo creo que de repente cuando uno es joven no te das cuenta, no conoces mucho del tema, pero después aprendes que lo que tú quieres es que el público entienda lo que estas cantando y que le llegue, que se identifique con la letra y para eso no es necesario gritar.
¿Esa es una tendencia ahora?
Yo escucho a los chicos, por ejemplo, que cantan con un registro de mujer altísimo, pero eso les rompe la garganta, les exige demasiado y eso no dura, los desgasta, no hay necesidad.
¿Qué sería lo ideal?
Uno no debe desgastarse, no puedes estar en todo, todo el tiempo, porque lo que nosotros tenemos en la garganta es un músculo que hay que cuidar. Si le das y le das, de hecho se va el registro y va a bajar.
¿Cómo has hecho tú?
Hay que dosificar, es lo que por lo menos yo he hecho con mi carrera. El 31 de octubre cumplo 59 años y el próximo 60 en la música, pero siempre dosificando, entregándome igual, pero cuidando que propuestas aceptas y cuales no, así tiene que ser.
¿Ves cerca el retiro?
Yo no soy de aferrarme a nada, eso de que las cosas duran para siempre no es cierto. Lo que deseo es dejar una bonita imagen de una mujer vital, que respeta su carrera y siempre proponiendo cosas distintas para que la gente que quiere dedicarse, si desean me sigan, yo creo que dejar un legado, es la mejor recompensa.
CECILIA BRACAMONTE
Además de su exitosa carrera interpretando música criolla, la artista decidió hace algunos años grabar el disco “Con alma de bolero”, género que hizo suyo cantando temas clásicos en homenaje a la gran Olga Guillot.