Giovanna Pollarolo: “No se necesita tener otra pareja para rehacer nuestra vida”
Giovanna Pollarolo: “No se necesita tener otra pareja para rehacer nuestra vida”

Tras ocho años de ausencia en la narrativa, la escritora y guionista peruana Giovanna Pollarolo, que ha cultivado la poesía y el cuento, publica su segunda novela, Toda la culpa la tiene Mario (Planeta, 2016), que narra el cierre de un club literario de señoras luego de enterarse de que el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, su máximo referente, se ha separado de Patricia Llosa después de 50 años de matrimonio para iniciar una relación amorosa con la socialité filipina Isabel Preysler.

La exesposa del reconocido cineasta Francisco Lombardi cuenta que su hija Joanna ha escrito el guion de esta novela corta para llevarla al cine.

¿Por qué escogió la historia del Nobel para este libro? 

Porque fue tan público que se hablaba en todas partes. En los ambientes más sofisticados, intelectuales, letrados, serios, solemnes, se hablaba en voz baja, como si fuera un tema frívolo, de señoras, que la vida privada es privada y no interesa lo que la gente haga. Esa afirmación a mí me parecía hipócrita, porque todo el mundo le prestaba atención y él, que es un personaje mediático, sacó a la superficie temas que son importantes en una sociedad. No hablar de eso es barrer bajo la alfombra. Este libro no trata de hacerle daño a alguien, simplemente recoger lo que hay y poner en discusión un tema que muchos no querían que se notara pero que sí les interesaba.

Y la historia de Mario Vargas Llosa debe ser la de muchas personas que no conocemos... Yo pienso que será del 90% de la población del mundo.

Esta novela también muestra algunas formas de leer. Hay una señora se siente más preparada que las otras... Estas señoras están interesadas en la lectura, pero no son letradas en el sentido más específico de la palabra, no son académicas, no son profesionales de la literatura, y me gusta ese universo porque me parece transparente. Los académicos y letrados deberían prestarle más atención a las formas en que algunos se acercan a la literatura, porque se habla mucho de leer, pero no se acerca el libro a las personas. Hay actitudes demasiado académicas, distantes y teóricas, y la lectura del público parece no interesar o se le menosprecia.

Uno de sus personajes, Úrsula, se separa de su esposo porque este se enamora de otra. La soledad es otro tema que reluce al final de la novela... 

Pero más que el lamento de la soledad, me parece que reluce la tolerancia a la mentira, la aceptación, por miedo a quedarse sola, de situaciones que van en contra de la dignidad de las personas. El personaje de Úrsula termina más bien con la posibilidad de construir una vida mejor, que no va a estar basada en la mentira, en el engaño.

A pesar de la edad... 

¡Y qué interesa! Yo pongo a discutir una serie de temas, de estereotipos, y uno de ellos es el de rehacer la vida, que no significa encontrar a un hombre, o para un hombre, encontrar a una mujer. Si las expectativas de los seres humanos se van a limitar a tener una pareja, qué pobre sería nuestra vida. Se necesitan también otras cosas. Hay muchas posibilidades. Cada uno tiene una vocación que ha postergado, intereses, etc. No imagino a una persona que esté 100% mirándole la cara a su marido.

Usted tiene otra faceta en el arte, que es la de escribir guiones. ¿Hay algún proyecto a la vista? 

Me he apartado un poco, me parece que hay una nueva generación de gente joven y talentosa. El cine que se está haciendo ahora me parece interesante porque no necesitas guionistas; ahora los hacen los propios productores y directores. Es un cine más independiente, más personal. Además, ya no se piensa mucho en películas que tengan una estructura, como lo fue La boca del lobo (1988), que tuvo un guion más convencional. Mi hija me pidió que haga un guion para una película sobre Lima, pero no lo he hecho. Pero ella ha adaptado esta novela.

¿Joanna ha adaptado Toda la culpa la tiene Mario para el cine? 

Sí, ya la adaptó. Yo le dije: “Esta yo no la hago”. Es que es un proceso completamente distinto. Para mí (la novela) tenía una forma, una estructura, una organización, y escribir un guion es hacer algo de nuevo; hay que reorganizar, saber separarse, tener una distancia del material. Y ella ya lo ha hecho. No sé cuándo filmarán esa película. Espero que resulte porque sí me da mucha ilusión.

CIFRA

1987 Publica su primer poemario, titulado Huerto de los olivos.

1999 Lanza su libro de cuentos Atado de nervios, que reeditará.

PERFIL 

Giovanna Pollarolo

Escritora (63)

Publicó tres poemarios, un libro de cuentos y dos novelas. Ha escrito guiones de filmes como La boca del lobo, No se lo digas a nadie, Pantaleón y las visitadoras y Tinta roja.

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