Como todo un reto en su carrera considera Lourdes Bérninzon su personaje en “Perdóname”, telenovela en la que encarna a Victoria, la madre de Lara (Érika Villalobos). “La verdad es que cada vez más me enamoro de Victoria, siento su sufrimiento y eso me motiva como actriz. Hay muchas escenas intensas que tengo que afrontar y te preguntarás, cómo hago para llorar en las escenas fuertes, y de verdad, no sigo ninguna técnica, simplemente lo siento así, me brota. Cada vez que me llega un capítulo nuevo termino de leerlo con lágrimas en los ojos, porque sufro con ella, siento con ella”, dice la actriz.
Además, en la historia eres la columna vertebral de tu familia, tu hija se respalda en ti..
Pues, sí, porque al ser viuda, Alberto, mi marido fue asesinado, lo menos que puedo hacer es continuar al lado de mi hija y mis nietos, y tratar de cuidarlos, de protegerlos, de sacarlos adelante, pese a que tengo cáncer.
¿Lo pensaste mucho cuando te llegó la oferta del personaje?
Me mandaron una sinopsis tanto de la novela, como de mi personaje, al leerlo, dije, esto es para reivindicarme, porque toda la vida me han dado el papel de mala, así que dije, esto es. Además la historia está bien construida, cada uno tiene un sello propio, maravilloso, entonces se confabula la historia en general con la historia de Victoria, no había forma de decir no.
Por el trabajo de tu esposo, tienes épocas en las que no estás en Lima, esta vez todo coincidió para tu regreso.
Mira, esto no es coincidencia, yo soy creyente de Dios, entonces yo digo, esto es ‘Diosidencia’, porque los tiempos de Dios son perfectos, y no soy de golpes de pecho, ojo, por si acaso.
Siempre has tenido el respaldo de tu esposo para seguir con tu trabajo.
Mi esposo me conoció trabajando y eso se ha respetado desde hace 33 años de feliz matrimonio. Cada vez que hemos regresado a Lima ha sido una complacencia de parte de él de permitirme trabajar en lo mío; él me ve como pez en el agua cada vez que acepto trabajar en una producción, me ve feliz.
Feliz y demostrando tu experiencia en un género que te vio crecer.
Sí, ayuda también los años recorridos, créase o no, la vida te premia con experiencias, buenas o no tan buenas, pero te vas cuajando ¿No? Eso por un lado y por otro lado, el ser observadora, el saber escuchar, el ser una persona que está en una condición de apreciar lo que vive, eso también te enriquece, porque no basta con estudiar, también hay que saber oír, ver, observar.
Y has aprendido el oficio de la actuación más en la cancha, que en las escuelas o talleres.
Yo nunca tuve estudios de teatro, yo siempre hago lo que ven porque lo siento así. Mira tú, en el colegio, desde chiquita, cuando preguntaban quién quiere participar en una obra de teatro, yo ya estaba levantando la mano, no sabía para qué, pero ya estaba levantándola.
¿Tu familia veía con buenos ojos tu inclinación al arte?
Sobre todo gran apoyo han sido los consejos de mi madre para con la vida. La vida es una sola, es muy difícil, y lo que es para ti, no siempre llega ese momento, pueden pasar años hasta que vuelva a pasar lo mismo. De alguna manera el apreciar la vida, el disfrutarla. sufrirla, el leer, apreciar una obra de teatro, el compartir con compañeros, todas esas cosas confabulan para que uno haga el trabajo.
Tuviste desde tus inicios, en “Carmín”, por ejemplo, unos actores de primera como compañeros, Elide Brero, Roberto Moll, Esther Chávez, Mariella Trejos, Claudia Dammert.
Así es, y yo era una chiquilla que recién se iniciaba, es más, comencé con “Gamboa” y de allí me pasaron a “Carmín” y en “Carmín” hasta el día de hoy me veo y me tapo con las sábanas porque me da vergüenza. Me pregunto, cómo es posible que yo haya dicho el texto así o haya actuado de esa manera, por eso te digo, allí estaba en mis inicios. ‘Carmín’ tuvo éxito, okey, tuvo éxito, pero hoy que han pasado treinta y tantos años, ya pues, soy una actriz que ha aprendido con trabajo y disfruta con eso..