Óscar Avilés, la eterna e irremplazable Primera Guitarra del Perú merece todos los homenajes, por eso, el centenario de su nacimiento no podía dejarse de lado, al contrario, hay que celebrarlo a lo grande. Es así que el próximo 23 de marzo, el Gran Teatro Nacional se vestirá de gala para festejar al maestro con un desfile de estrellas de nuestra música que participarán del espectáculo “Óscar Avilés: 100 años de peruanidad”. “Desde el año pasado empecé a tocar puertas en algunos lugares, casi inmediatamente me recepcionaron, me apoyaron, me ayudaron, me dieron ideas, entre ellos Kiko Ardiles, de los hermanos Ardiles, que además tiene una productora. Entonces, él me dijo: ‘Lucy, tenemos que hacer algo, una fecha central por el centenario’, y fue así que nos animamos a hacer una fecha en el Gran Teatro Nacional, ‘Oscar Avilés, 100 años de peruanidad’”, nos cuenta orgullosa y entusiasmada Lucy Avilés.
Será una celebración en la que nuestra música y el recuerdo de tu padre estarán intactos.
Lógicamente, estaremos los tres hermanos Avilés, Ramón, Óscar y yo, vamos a tener entrañables invitados, no solamente por las grandes figuras que son, sino porque han tenido que ver en algún momento musicalmente con mi papá, como Cecilia Bracamonte, por ejemplo, que inmediatamente que fue convocada dijo, sí. Estarán también Bartola, Lucía De la Cruz, Manuel Donayre, y lógicamente, acompañándonos, los Ardiles, entre otros grandes músicos invitados Vamos a recordar etapas muy marcadas de la trayectoria musical de mi papá, vale decir, con Fiesta Criolla, Los Morochucos, hay grandes sorpresas y la verdad estoy muy emocionada por eso. Su recuerdo y trabajo musical nos ha ido inspirando y motivando para todo lo que ustedes van a ver.
¿Tu padre, Don Óscar Avilés, desde su humildad y grandeza era consciente de lo que representaba para el Perú?
Mira, él siempre dijo, dentro de su humildad justamente, que lo que él hacía le brotaba, le salía sin mayor esfuerzo. O sea, él no se vanagloriaba de que era la primera guitarra del Perú, ni mucho menos, sino que él aceptaba con humildad y agradecimiento que era un don que Dios le había dado para compartir con cada uno de sus hermanos peruanos.
Un músico que rompió esquemas en la ejecución de la guitarra, en la producción, un adelantado a su tiempo. Sí, por supuesto, siempre un vanguardista, y además un visionario y revolucionario también de la música criolla. Porque cuando el piano era el protagonista, él lo desplaza para hacer ingresar a la guitarra con las notas agudas y hacerlo un instrumento protagonista dentro del género criollo. Y eso en su época, tiene que haber sido, o sea, debe haber tenido detractores. Finalmente mi papá siempre me decía, hay que renovar, hay que refrescar, hay que innovar, pero hay una sola cosa que debe permanecer en lo que hacemos, el olor a Perú.
Hay muchos tradicionalistas en todos los géneros que no aceptan que se les toque. Mi papá no se negaba a las nuevas propuestas, él era el primer revolucionario, el primer innovador de nuestra música criolla, pero lo que si decía que era un requisito indispensable, que tu no confundieras lo que era un vals con un bossa nova. Que no confundieras un huayno con un sanjuanito, con una chicha, con lo que sea. Que supieras que era música criolla.
El innovar es un trabajo arriesgado, casi de filigrana para no caer en excesos. Él en la década del 60, hace innovaciones de la música criolla, como por ejemplo, poner el bongó dentro de nuestra música, incorporar tumbas, el huiro, lo incorpora pero tú nunca te confundes, porque tú estás oyendo y sintiendo música peruana. Y por qué lo hace en la década del 70, porque le toca acompañar a artistas extranjeros cubanos muy famosos.
Los jóvenes músicos siguen tomando a Óscar Avilés como referente. Es que mi padre crea una escuela, una forma de tocar la guitarra, que la siguen todos los guitarristas, todos. Mira, Pepe Torres dijo la vez pasada en una reunión que hizo con todos los guitarristas de ese momento, que todos, absolutamente todos tienen algo en su toque de Oscar Avilés, porque él creó una escuela, y eso continúa hasta el día de hoy. Tú no vas a ver a ningún chiquillo, ni a uno de mediana edad, ni viejo guitarrista, que no toque algo, alguna escala que Óscar Avilés hizo en algún momento en una de sus grabaciones.
Un legado que hay que celebrar y seguir manteniendo vigente. Mi papá decía también, y lo he visto con el ejemplo, que la calidad personal tiene que ir de la mano de la calidad musical. Si una de las dos falla, o no existe, no funciona. Así de simple. Allí está mi papá de ejemplo, el mensaje que Oscar Avilés deja para los nuevos músicos, para las nuevas generaciones es Dios, patria y familia. Con eso funciona todo.