La telenovela “Tu nombre y el mío”, no solo representa para Mario Cortijo su primer protagónico en el género, también significa para el actor la oportunidad de introducirse al mundo de la cumbia de la mano de Deyvis Orosco, personaje que interpreta en la historia producida por Del Barrio. ”Cuando nos vimos con Deyvis, antes de empezar con las grabaciones de la novela, él no se acordaba, pero yo fui a verlo a El Huaralino en el 2017, tuve la oportunidad de saludarlo y fue muy amable. Cómo es la vida que ha hecho que nos reencontremos en este proyecto artístico siete años después”, dice el joven actor.
¿Cuál fue la reacción de Deyvis Orosco al verte?
En ese primer encuentro, él básicamente me habló de sus objetivos y de lo que buscaba comunicar con esta novela, que es dar a conocer a la persona detrás del artista, y bueno, yo también estaba pensando lo mismo. Coincidimos en eso, mi trabajo fue humanizar al personaje y mostrar lo que la gente no sabe, creo que eso es interesante para el público.
¿Y te dio algún consejo para lograr una caracterización más fiel?
Sí y no. Todo lo que es la imagen, la técnica musical, la técnica para cantar, por ejemplo, lo he trabajado con profesionales que se dedican a entrenar al actor, entonces ha sido un trabajo mucho más meticuloso y particularizado. Los tips que yo entiendo él me pudo haber dado, creo que son sus experiencias, que es como un jardín de información que para el actor es muy provechoso.
Es un privilegio interactuar con el personaje real que vas a interpretar.
Como actor tengo que buscar lo que hay debajo del texto; la emoción que vive el personaje, los diferentes perfiles psicológicos por los cuales él ha pasado, y lo tengo a través de lo que él me ha contado. Nutrirme de todo eso me ha ayudado a tener un punto de partida para poder visualizar todo el marco dramático del personaje.
¿Cómo tomas el reto de tu primer protagónico?
Tomé el reto con bastante humildad, con los pies sobre la tierra, lo abordé como abordaría cualquier proyecto artístico, siempre con mucha prudencia pero, con mucha pasión. Yo creo mucho en la disciplina, en el trabajo, a veces si vemos la montaña desde abajo puede parecernos abrumadora, creo que es mejor ir paso a paso, día a día, y poquito a poquito ir recorriendo ese camino.
¿Estás consciente que gran parte del peso de la telenovela recae en ti?
No conviene pensar que estás solo y que tú eres más importante que los demás, yo creo que esto es un gran barco y todas las piezas son muy importantes desde la producción, los técnicos, el maquillaje, vestuario, todas las áreas son importantes para construir finalmente este personaje, y contar esta historia. La gente me pregunta, oye cómo se siente, yo les digo no lo siento, porque no lo cargo solo, yo creo mucho en mis compañeros, yo creo que ese acto de fe, de confiar en tu equipo hace que se logren grandes resultados.
¿Antes de empezar a grabar la telenovela tenías una percepción de la cumbia que ahora ha cambiado? Yo me relacionaba con la cumbia como cualquier peruano, en el micro, en el taxi, en un matrimonio, en un quinceañero, pero nunca había visto la parte detrás de la cumbia. Hay un mundo, una industria que desconocía, que puede ser un poco complicada por los contratos, los managers, hay un montón de dinero que corre detrás, y uno no sabe cómo se maneja. La cumbia tiene un carácter particular en ese sentido y la novela me ha obligado a adentrarme, a investigar, y es la verdadera razón por la que Johnny Orosco, en la historia, no quiere que Deyvis sea cantante.
A pesar de las nuevas tendencias, la cumbia es el género musical que une a los peruanos.
Hay una reivindicación, una revalorización de la cumbia, casi una reinvención de un género que pertenecía únicamente a un sector popular, y ha logrado conquistar a todos los estratos sociales.
¿Te animarías a incursionar en la cumbia y seguir los pasos de tu personaje? Es una posibilidad, sería un honor relacionarse con esa expresión artística y cultural. No lo descarto.