Detrás de la implacable juez del programa “” y además, abogada especializada en gestión pública, se esconde una Muriel Mongrut que nunca le ha puesto límites a su imaginación. Es así que la chef sorprende con la publicación de “Mi primer libro de cocina” (Editorial Caja Negra), un cuento para niños en el que a través de la historia de Shocowuon reafirma el concepto que cocinar con amor es la fórmula perfecta para una receta con final feliz.

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“En realidad el personaje lo tenía en mi cabeza desde hace tiempo, me inspiré en un exenamorado de la Universidad cuando estudiaba Derecho, antes de ser chef. Estuve con él casi toda la carrera, era algo gordito y le gustaba la comida. Él siempre me decía: ‘Oye Muriel, te has equivocado de carrera, cocinas como los dioses ¿por qué no estudias gastronomía?’. Yo, la verdad, en ese momento estaba muy enfocada en Derecho, trabajaba en una empresa, dudaba en dejar todo para comenzar algo que también me apasionaba, me tentaba, pero no tenía la fuerza para poder llegar a ese punto”, cuenta Muriel.

Pero finalmente te decidiste.

Claro, a estudiar gastronomía, pero lo asumí como una inversión, decidí hacer algo que me encanta y que me acompañara toda mi vida. Fue así que el último año de Derecho en la universidad me aventé, dije: ‘no quiero llegar a ser vieja y dejar de hacer lo que quiero para ser feliz’.

¿La felicidad representa también seguir una carrera que te apasiona y otra que te dará estabilidad?

Llevé las dos profesiones a la par, terminé Derecho e hice una maestría en Marketing Gastronómico en España y como chef Internacional me enfoqué mucho en la cocina mediterránea, esa era mi especialidad. Además, en medio de todo este arduo camino me casé, llegaron mis hijos, puse mi primer bar a los 24 años con el apoyo de mi esposo que continúa hasta el día de hoy.

¿Dónde dejaste al protagonista de tu cuento?

Bueno ese gordito Shocowuon se quedó guardado durante muchos años, hasta que la historia, que en un principio era para adolescentes, cambió, y como no iba a estar solo, incluí a su mejor amiga que se llama Shocowuona, de la que él está enamorado.

Y él se esmera en cocinar para ella, ¿no hay nada cómo cocinar por amor?

Hay muchas personas que piensan que por servir el plato más caro del mundo estás dando lo mejor, pero no saben lo rico que es comerse un tallarín con mantequilla, algo tan básico como lo que prepara Shocowuon pero preparado con amor. Y en el cuento, además de enseñar cómo se prepara, lo principal es el mensaje que tratamos que llegue a los pequeños lectores, que el solo el hecho de cocinar algo pequeño, pero con mucho cariño, siempre va a resultar buenazo.

¿Cuánto te ha ayudado la televisión a reforzar tu imagen como chef?

En realidad, más que nada a darles miedo a mis alumnos, porque no es que yo sea un personaje en el programa, pero cuando saco un pie del estudio, me quito el mal humor y soy feliz, nada me afecta, pero cuando entro al canal, ya me está alterando todo. Yo reviso las recetas y veo que todo esté bien, uno pone su mayor esfuerzo para que los participantes no la frieguen, pero igual sucede, Todo es una locura.

Y volviendo a los libros, ¿habrá un segundo?

Sí, lanzaré el próximo año, también con la editorial Caja Negra, uno para adultos. Se llamará “Las recetas de mi ex”, con cuarenta platos que son míos. Ya nadie me para.

Muriel Mongrut

Chef y abogada. “El libro está dedicado a mi abuela, aunque ella no me dejaba entrar a la cocina porque decía: ‘Yo no voy a criar cocineras’, pero aprendí muchas cosas, solo viéndola”, dice Muriel, quien además de escribir, hizo las ilustraciones del libro.

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