Paloma San Basilio quiso cerrar su ciclo de giras y conciertos con un último recorrido por América Latina, y Perú tenía que estar en la lista. “Gracias”, es el nombre del espectáculo con el que la cantante se despide de los escenarios y que presentará este jueves 5 de diciembre en el auditorio del Parque de la Exposición. ”Soy una persona muy positiva y vital, disfruto del recorrido que hice pero no me gusta quedarme parada en un sitio. Cincuenta años con la música es mucho más de lo que hubiese pensado permanecer cuando empecé. Estoy contenta y agradecida y con ganas de seguir volando”, dice a Correo la diva española. Con toda una vida sobre los escenarios, la cantante quiere dejar en el recuerdo la imagen de una artista intacta. “Siempre quise decir adiós cuando aún puedo estar en el escenario con el nivel de calidad y entrega que siempre me ha caracterizado. No hay que llegar a la decadencia por inmovilismo y miedo. Además creo que todavía tengo mucho que aportar en otros ámbitos artísticos”, agrega la artista que también ha incursionado en la literatura.
La palabra vigencia se dice fácil, pero es una larga lucha de trabajo y constancia, ¿cómo has logrado mantenerse en una carrera tan competitiva?
La vigencia te la da el hecho de seguir viva y evolucionando como persona. No quedarte parada en el tiempo a nivel personal y mental. Dejar que tu esencia evolucione también.
Hoy en tiempos de redes sociales y plataformas parecería que es más fácil lograr un lugar en la industria musical, ¿es verdad o solo apariencia?
Posiblemente es más fácil pero menos consistente. Son éxitos muy rápidos que no dan tiempo para asimilarlos y no permite el aprendizaje que la experiencia y el paso natural del tiempo te aportan. Hay más oportunidades pero también más fuegos artificiales porque todo se puede fabricar y no siempre desde el talento y el trabajo sino por parte de la industria misma.
¿Consideras que hoy los nuevos talentos, acostumbrados a la rapidez e inmediatez del mundo virtual, también exigen un reconocimiento rápido, al alcance de un clic? La paciencia no va de la mano de estos nuevos medios de difusión. La gente muere por un clic. Pasamos de un sometimiento de las discográficas y el mercado a otro peor que es la necesidad de gustarle a todo el mundo. En ese recorrido bastante exhibicionista y narcisista se pierde la esencia del artista y su independencia.
Entonces, eso de lanzar un tema cada mes no va contigo. A mí me sigue gustando el plato cocinado a fuego lento, me sigue gustando el vino de tiempo, que se crea en las botijas, me sigue gustando contemplar una caída de la tarde sin prisa. No me interesa un mundo de velocidad, ya que no quiero perder la esencia, y el respeto a la gente, y creo que cada uno tiene su lenguaje, la gente tiene el derecho a su propio lenguaje, pero yo tengo el mío y no coincide con toda esa velocidad.
¿Algún secreto para cuidar la voz y mantenerla en el tiempo? Sí, hay que cuidar los aires acondicionados, los cambios de temperatura, dormir bastante, no hablar mucho y sobre todo trabajarla todos los días con ejercicios adecuados a la tesitura de cada uno. Es bastante esclavo y exige constancia y disciplina.
Una cantante con tantos éxitos, ¿cómo lograr elegir los temas que formarán parte de su repertorio para un show? La verdad es que en una primera etapa me ceñía a mis producciones discográficas pero hace tiempo que disfruto cantando canciones de otros. Tengo mucho de actriz y la interpretación me permite adaptar los temas a mi expresión escénica y vocal. Realmente solo canto las canciones que me gustan y me provocan placer o emoción.
¿En algún álbum has grabado un tema del que no has estado convencida y que luego se convirtió en un éxito? Sí, más de una vez. Al final es el público el que elige y hay que tener humildad para aceptarlo y sobre todo agradecimiento.