Ricardo Morán: “La única noticia relevante para mí de 2019 fue el nacimiento de mis hijos”
Ricardo Morán: “La única noticia relevante para mí de 2019 fue el nacimiento de mis hijos”

Antes de convertirse en padre, Ricardo Morán entendió que debía dominar su personalidad. Con una familia, extender sus disculpas por un exceso no solucionaba mucho. Tampoco lo hacía en su vida laboral, pese al éxito que tienen sus propuesta en televisión. Entonces, se atrevió a moderarse sin perder la exigencia de que, todos aquellos proyectos que emprenda, deben salir bien.

¿Cómo se van a desarrollar los talleres de “Rayo en la botella”?

Tenemos clases de canto, baile, teatro, improvisación teatral y experimentores. Empezamos con el área educativa porque, a través de nuestros trabajos en televisión, hemos visto que, el equipo de profesores y la metodología desarrollada, producía resultados. El arte es un mecanismo ideal para enseñar habilidades. Es una forma efectiva de crear seguridad, confianza, capacidad de expresión, respeto, exponer puntos de vista, todo. Esas habilidades son importantes no importa la carrera que sigan.

Anne-Sophie Mutter decía “antes que artistas, todos debemos ser humanos”...

El arte es un medio de comunicación. Cuando uno hace una pintura o compone una canción, está diciendo algo que pasa dentro de su emotividad. Eso tiene que llegar a otra persona, para que sienta esa sensación que el artista quiso brindar. Es enseñarle (a los alumnos) a ser más humanos.

Ese momento de sensibilidad lo hemos visto en “Yo Soy”, por ejemplo. Sin embargo, ¿por qué suele pasar que esta conexión no se logra?

Hay varias razones por las que esa catarsis no se da. Para mí, una de las cosas que más se adolece en nuestro país (en el arte) es la falta de técnica. Nadie canta bien porque sí. Hay gente que dice “Las clases no son tan necesarias”; falso. Solemos dejar que, una persona que no se ha formado técnicamente, desarrolle esto.

Decidiste moderar tu carácter sin perder la exigencia. ¿Esto se dio por el nacimiento de tus hijos?

Vino desde antes. Fue parte del proceso de prepararme para ser papá. Yo no quería que mis hijos tuvieran de modelo a la persona que era antes. Quiero que asuman las exigencias de la vida, pero no como yo las ejercía.

¿Qué descubriste de ti en la terapia?

Tenía la creencia que, para que las cosas salieran bien -o como yo creía- no importaba casi nada. Era capaz de pasar por encima de la gente, con tal que el objetivo se logre. Me disculpaba a mí mismo, diciendo que, cuando se logre el objetivo, todos entenderán. Eso no era tan correcto, sobre todo cuando tienes un equipo.

¿Qué te cuesta de alejarte del Ricardo de antes?

La confusión entre la exigencia productiva y la que no es. He descubierto que, una de las cosas más valiosas que puede tener es su estado de ánimo. Nada debería hacer que lo perdieras. Vivía preso del caos, molestia y preocupación. No dormía. Eso es muy peligroso. Sin embargo, decir “no me importa” y dejar pasar algo, puede ser una puerta a la mediocridad. Conseguir los mismos objetivos. No puede volver un momento en el que no podía ni dormir.

¿Crees que el exceso de trabajo era la forma de evitar ver aquello que te incomodaba de ti?

No, es que hubo un momento que pasé por un momento muy difícil en lo personal y económico. Eso me generó una obsesión de correr, porque todo se podía derrumbar. Ahora estoy más tranquilo, pero no he dejado de ser ambicioso.

Perfil

Ricardo Morán, productor

Es director, productor y guionista. Estuvo detrás de propuestas como “Los Cuatro Finalistas”, “Reyes del Playback”, “La Banda”, “La Voz”, “Yo Soy” o “Yo Soy Kids”, cuya gran final será mañana por Latina.