“La expectativa es enorme, tenemos mucha ilusión sobre cómo nos recibirá el público”, dice Sergio Barrio, director de “Sube a mi nube”, película que se estrena hoy y que cuenta la historia de Mónica Santa María, recordada animadora de “Nube Luz”, programa, que en su género, marcó la pauta en la televisión peruana.
Cuando una película se inspira en una personaje real, siempre generará polémica.
Creo que es parte de la regla de cada persona que va al cine, tratar de ver o de entender qué cosa para él termina comprando como algo cierto o no. Pero bueno, finalmente lo que hacemos esto sabemos diferenciar lo que es una inspiración, y lo que es un guion, son dos cosas distintas. Siempre habrá confusión en torno a lo qué fue verdad, y lo que no.
¿Siempre tuviste claro el ángulo de la historia que querías contar en “Sube a mi nube”? Porque justamente tenía claro el ángulo de cómo quería contar la historia, fue la razón por la que decidimos no tomar la versión de parte o de algunas de las partes. Esa decisión me ayudó a mantener esa objetividad para lo que yo quería contar.
¿Y exactamente qué es lo que buscabas resaltar? Lo que quería es hablar sobre una persona metida en este mundo de la fama, de un programa de televisión muy conocido, y la incapacidad de ella de lidiar con la popularidad. Como sus problemas a nivel de salud mental, no tenían que ver solo con la fama sino también con todo un bagaje del pasado, entonces yo necesitaba ciertas libertades para poder crear esta ficción. Si me hubiera ido por el camino de decir, oye mejor recojamos la versión de tal o cual, de alguna manera me iba a ver comprometido a no respetar eso que yo tenía claro en mi cabeza.
Desde antes del estreno de la película gente allegada al programa ya la estaba descalificando.
Sí, tal cual, pero yo reconozco también el hecho de que mi padre sea Cusi Barrio, que está detrás mío y fue el creador y director de ‘Nube Luz’ y que incluso escogió en un casting a las dos chicas. Todo eso fue un aval que garantiza de que no iba a filmar cualquier cosa.
¿Qué fue lo que te dijo tu padre cuando le dijiste que ibas a filmar ‘Sube a mi nube’?
Para poder hacer la película, yo tuve que conversar con mi papá, y yo le dije, lo que quería hacer y él me dijo, ven, siéntate conmigo y convénceme, porque yo he sido parte de eso, y soy el último que te permitirá hacer lo que te la gana, con una historia como esa.
Tu padre te puso la valla bien alta. Mi papá también fue director del programa, claramente tenía la historia tal cual fue, no era un asistente de producción, sabía cosas y todo, pero tampoco tanto. Cuando yo converso con él durante muchos años sobre esta idea que yo tenía, los dos acordamos de que con la información que teníamos los dos, yo por cosas que había vivido o visto de niño, y él también, era suficiente para decir partamos de acá y tengamos como inspiración base para nosotros crear una ficción nueva.
Muchas veces hay que dejar el pudor de lado para afrontar una historia.
Exactamente, es la única manera de poder mantener la honestidad de un director que está manejando una visión y si la visión que se tiene de una historia es esta, hay que ser fiel todo el tiempo. Finalmente la historia que yo quería contar la tenía muy clara desde un principio, entonces, por eso es que no vi necesario tener información más allá de la que yo ya tenía, a partir de ahí empezamos a germinar una historia que creo que quedó bastante bien.
¿Preparado para la tan temible crítica?
Uno tiene que estar preparado para lo que venga, así es que yo, la verdad, acepto todas las críticas como tal. Estoy preparado para los que están de acuerdo y para los que no, lo único que yo pediría es que por lo menos la vean, para poder criticar, hasta ahí todo bien. La gente puede hacer con la película lo que quiera, los espectadores están en todo su derecho.