'Agallas' ofrece 5 tipos de ceviche: clásico, Pimentel, Marcona, el de Barranco y Chorrillos

En este país se come ceviche sea verano o invierno. Es por ello que hemos visitado el segundo local de Agallas Cantina Cevichera, recién inaugurado en Chorrillos.

Si han estado al tanto de este lugar, sabrán que la primera barra se abrió hace unos meses en La Victoria; y que junto al socio y chef Jimmy Rosales (ex Astrid y Gastón) están Mariano Escobal (Hit & Run) y Daniel Cuesta e Ismael Matos (El Gringo). La idea de ambos espacios es la misma: un concepto sencillo, donde se ofrece una buena y sabrosa carta y, de paso, invita a los comensales locales a redescubrir Lima saliendo del circuito tradicional.

“La idea siempre ha sido trabajar con los barrios donde estamos abriendo los locales, no solo poner un restaurante”, cuenta Mariano Escobal, mientras nos muestra los hermosos retratos del fotógrafo Rafo Iparraguirre a diversos rostros de Chorrillos, y que adornan las paredes de su nuevo local. Lo recaudado de la venta de esas fotografías irá a cada uno de los personajes que viven en el distrito. Y así se harán distintas actividades que generen la participación de los vecinos.

La carta

Los choritos del barrio se sirven como a la chalaca, pero más bravos. Son un clásico en toda barra cevichera. Comenzamos con una causa acevichada, servida con chicharrón de pota que nos sorprendió, puede pedirla también de langostinos. Y las leches de tigre vienen en tres versiones: clásica, carretillera (con chicharrón de pota) y la Agallas que incluye marisco, ají amarillo y calamar frito, solo si está de temporada.

Para todos los gustos. Hay cinco tipos de ceviche: el clásico; el de Pimentel que lleva pesca del día, leche de tigre, chiringuito, torrejitas de choclo y zarandaja para cerrar con broche de oro; el de Marcona incluye, aparte de la pesca del día, erizo y pulpo. Luego están el de Barranco con alcaparras, palta y aceite de oliva y, finalmente, el de Chorrillos con chicharrón de pota, rocoto y yuyo.

Siguen suculentos platos calientes como la jalea mixta o la achorada con rocoto. El chicharrón de calamar tiene una fritura muy bien elaborada, crujiente y con el marisco en su punto. También puede pedir la opción con pulpo.

Opciones para el invierno

Seguimos con el chaufa mariscal, donde el chicharrón de pescado o marisco es acompañado de un huevo montado. Cierran la carta el tallarín saltón, el arroz con erizo y el linguini con vóngoles, que incluye langostinos.

Si quiere algo dulce, la torta de chocolate casera o alfajores son los elegidos. Dense una vuelta y disfruten de este simpático lugar. 

La Caravedo Torontel obtiene mayor puntaje 

La papa, orgullo del Perú