La idea es que el público pueda disfrutar del espacio a cualquier hora del día, con variada gastronómica y espacios sin ruido.
La idea es que el público pueda disfrutar del espacio a cualquier hora del día, con variada gastronómica y espacios sin ruido.

Los cambios siempre son bienvenidos, y éste en especial ha sido muy bien recibido por los comensales limeños. Mó dejó de ser un bistró para convertirse en una cafetería de barrio que ofrece una experiencia especial a sus comensales, y a éstos les ha encantado. No hay hora en la que no se pase por allí y el local no esté lleno de gente.

confort. La idea es que el público pueda disfrutar del espacio a cualquier hora del día, y para ello no sólo han variado la propuesta gastronómica sino también se han implementado espacios sin ruido donde las personas que realiza teletrabajo pueden estar a gusto; y la terraza se ha ampliado permitiendo que las mascotas sean también bienvenidas.

La idea es que los comensales puedan disfrutar a gusto y cómodamente distintos eventos del día (desayuno, brunch, almuerzo, lonche y cena), la propuesta gastronómica ha sido adaptada por Matias Cilloniz, quien sigue siendo el director gastronómico del local. Él y su equipo han diseñado la carta en conjunto, y el equipo es quien la mantiene en el día a día.

La propuesta actual comienza por una serie de ensaladas que se sirven desde el mediodía. Cinco opciones que van desde una contundente César, la Roast Beef, servida con palta, queso añejo y tomates deshidratados o la clásica Cobb. Hay opción de agregar proteínas extra. Los fondos son contundentes y confortables. Sartén de arroz al curry y panceta glaseada. Suave locro de zapallos, servido con papa, huevo, queso y hierbas andinas, lo acompaña un graneado arroz con choclo para mezclar. La carne se prepara a larga cocción en sus propios jugos y viene con un cremoso puré de papas y verduras asadas. La milanesa de pollo es realmente buena, pueden elegir la guarnición, entre arroz, ensalada o puré. Recomendamos acompañar los platos de bebidas de la casa, como la soda de fresa o la de piña, frescas y naturales. Perfectas para estos días de verano.

Las pastas están muy bien logradas, nos gustaron mucho los gnocchis en salsa de hongos. Se sirven al punto y con el toque de molle perfecto. Los rigatoni gratinados en salsa de tomate y pimientos asados son correctos y la lasagna de vegetales un plato cálido y con sabor a casa.

No pueden irse de Mó sin probar los postres. Su carrot cake es muy bueno, han agregado sandwiches de helado perfecto para los pequeños y grandes de la casa. La torta de chocolate, se vende entera o por porción, está rellena de manjar de olla y lleva cacao garrapiñado, buenísima.

Los desayunos y brunch son ya un clásico recomendable, desde el rosti de papas nativas, crujiente y sabroso. Se sirve con trucha ahumada, yogurt griego, yema de huevo y encurtidos, hasta los benedictinos que son ya un clásico de la casa, al igual que el waffle de zapallo o el de cinnamon roll.

Su café es de Milimetrica, origen Cajamarca. Así que si sólo buscan tomarse un buen café, Mó también es el lugar ideal.