Si hablamos del mundo del vino español, Rueda fue la primera denominación de origen que se estableció en la Comunidad Autónoma de Castilla y León en 1980. En un territorio que comprende unas 13,517 hectáreas, este vino es la estrella, y Valladolid su principal y más representativa ciudad. Llena de historia y tradición gastronómica, donde las tapas son protagonistas en el día a día de la gente (al punto de organizar concursos anuales para elegir la mejor), es allí que el Verdejo destaca, sobre todo acompañando la deliciosa gastronomía de la zona.
Este vino fresco es ideal para los días de calor en verano o para acompañar platos de cocina marina. También combina muy bien con platillos más intensos, como la charcutería de buena calidad o un buen queso de cabra o de oveja, manjares que siempre encontraremos en España.
Por otra parte, y respecto de su participación en el mercado local, son unas 7000 cajas de Verdejo las que se consumen anualmente en el Perú, posicionándolo como el blanco más vendido del mercado local. La bodega Marqués de Riscal es un ejemplo de vino tradicional y de calidad, que se lleva el premio al más vendido; aunque más empresas estén apostando por vender sus productos en esta zona.
Maridaje. Dentro de nuestra gastronomía existen puntos de unión con este tipo de vino, ya que productos marinos como las conchas, las almejas, el cebiche y tiradito o hasta un meloso arroz con pato o un tiradito nikkei combinan muy bien con esta bebida de mucha frescura, intensidad y equilibrio. En esta oportunidad, visitamos el restaurante El Gran Combo para ver cómo se comporta el vino junto a nuestra cocina y sus notas frutadas, con toques cítricos y notas algo herbáceas hicieron un excelente maridaje con platillos como el tiradito del nono, hecho con atún fresco, aceite de oliva, arúgula y toques de parmesano. O con las conchas ibéricas donde el frescor del molusco se mezcla con el sabor del aceite de oliva y toques de jamón que logran un plato de mar y tierra sabroso. El Verdejo en su estilo más estructurado al pasar por barrica, resulta en más volumen en boca y agrega notas de vainilla y especias dulces las cuales logran un buen maridaje al probar platos más complejos como el Chaufa del Pelao, donde la excelente fritura del pescado, manteniendo el punto y jugosidad de esta carne, y los toques cítricos de la naranja, maridan a la perfección con este vino fresco y frutado.