La harina de maíz precocida se consolida como un producto clave en la cocina moderna peruana. Su versatilidad y practicidad han impulsado su uso en recetas tradicionales e innovadoras, mientras su mercado sigue en expansión a nivel local y global.
La harina de maíz precocida se consolida como un producto clave en la cocina moderna peruana. Su versatilidad y practicidad han impulsado su uso en recetas tradicionales e innovadoras, mientras su mercado sigue en expansión a nivel local y global.

El consumo de harina de maíz precocida ha ganado terreno en los hogares y negocios gastronómicos peruanos, convirtiéndose en un ingrediente esencial por su versatilidad y facilidad de uso. Según Global Market Insights, el mercado global de este producto fue valorado en $21.200 millones en 2023, con proyecciones que alcanzarían los $35.600 millones para 2030, impulsado por una tasa de crecimiento anual compuesta del 7,2% entre 2024 y 2030.

En el Perú, el consumo per cápita alcanzó los 10 kilogramos en 2020, situando al país entre los de mayor consumo en la región. Este fenómeno está vinculado a la creciente preferencia por ingredientes que faciliten preparaciones prácticas y variadas, sin sacrificar sabor ni calidad.

Un aliado en la cocina moderna

La harina de maíz precocida se ha transformado en una herramienta fundamental tanto para cocineros aficionados como para chefs profesionales. Se emplea no solo en recetas tradicionales, sino también en innovadoras propuestas culinarias que van desde tortillas y tamales hasta bases de pizza y repostería artesanal.

“Su uso en las cocinas peruanas es muy variado y versátil, y eso se ha visto reflejado en el crecimiento del mercado en los últimos años”, afirmó Oscar La Torre Milla León, gerente comercial de Alimentos Polar en Perú, fabricante de la reconocida marca P.A.N.

Usos destacados en la gastronomía

  • Tamales y humitas: Base esencial de recetas tradicionales peruanas.
  • Panadería y repostería: Aporta textura y sabor únicos a galletas, pasteles y bizcochos.
  • Bases para pizzas: Alternativa crujiente y saludable a la masa convencional.
  • Snacks y aperitivos: Presente en chips, bocadillos y productos listos para consumir.
  • Tortillas y arepas: Elemento clave en la cocina latinoamericana, adaptado con éxito en el mercado peruano.

Expansión en la industria alimentaria

El interés por este producto no se limita al hogar. La industria alimentaria ha comenzado a diversificar su portafolio, incorporando harina de maíz precocida en nuevos formatos y recetas que permiten una integración más sencilla en el día a día del consumidor. Desde opciones de street food hasta propuestas gourmet, su uso se ha vuelto transversal en la gastronomía contemporánea.

Este crecimiento constante responde a un cambio en el comportamiento del consumidor, que prioriza ingredientes nutritivos, versátiles y fáciles de preparar. La harina de maíz precocida responde a esa demanda, convirtiéndose en un elemento indispensable en la reinvención de la cocina moderna peruana.

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