La carta ofrece desde desayunos hasta una suculenta comida, pizzas y también cócteles
La carta ofrece desde desayunos hasta una suculenta comida, pizzas y también cócteles

“El 2022 fue un año en el que los pequeños emprendimientos cobraron protagonismo frente a los grandes restaurantes”, menciona la crítica gastronómica Maria Elena Cornejo en una entrevista reciente y desde este espacio le damos la razón.

Son muchos los espacios bien puestos que han nacido en los últimos meses. Cafeterías de muy buen nivel gastronómico que apuestan por el café peruano orgánico, la buena bollería, el pan artesanal y paralelamente ofrecen una interesante y suculenta carta de comidas con insumos muy cuidados que vale la pena probar. Uno de estos espacios es sin duda alguna La Cristina Bakery, una hermosa esquina san isidrina que combina en su mesa estilo, buena comida y comodidad con una carta confortable que recuerda a los sabores de casa e invita a volver, pero también a llevar ¨un poquito de ese sabor ̈ a casa. Su acogedora terraza invita a sentarse a compartir. La carta ofrece desde desayunos hasta una suculenta comida, pizzas y también cócteles, ya que la idea es que puedas pasar y disfrutar a cualquier hora del día. La cocina está a cargo del Chef Carlos Vial, quien junto al asesor gastronómico Renato Peralta han sabido cautivar a más de un visitante.

VARIEDAD. Los desayunos y brunch son hasta las 12pm. Incluye huevos de corral al gusto del cliente, un contundente sanguche de croissant con huevos revueltos y tocino, tostadas caseras con palta brasa y almendras o unas tostadas francesas de masa madre, miel de cítricos, crema batida y frutos rojos muy buenas, entre otras delicias. Los sándwiches se preparan siempre con pan de masa madre, no puede dejar de probar el Club de la Cristina, que debe ser de los mejores de la ciudad. El croissant mixto es suave y crujiente; y la butifarra jugosa y con la cantidad perfecta de cebollita. Las masas incluyen pizzetas de hongos, margarita, y La Cristina con jamón ahumado, bondiola y salame; un suave quiche lorraine, una jugosa tortilla de papas con un cremoso alioli de ajo confitado que gusto en mesa. Si busca algo ligero, hay una amplia selección de contundentes ensaladas.

Los platos de fondo incluyen desde unos ravioles rellenos de espinaca y ricota bañados con una ligera salsa de mantequilla y salvia o un confortable tuco de la nonna, que puede servirse con polenta, ravioles o fetuccinis hasta unas lentejitas con panceta. Deje espacio para el postre, le aseguro que no se va a arrepentir. Y si pueden dense una vuelta por el market, ubicado justo al costado, donde podrán llevar panes, bollería y otros antojos que se preparan diariamente en el taller como ciabattas, croissants rellenos, pan chapla, entre otras delicias.