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Catacaos, pueblo netamente católico, vive la Semana Santa con mucho fervor. Además la fecha es propicia para degustar los potajes tradicionales como la malarrabia.

Un exquisito plato de malarrabia, lo encontrará donde doña María Trelles Yóvera (76), quien tiene más de cincuenta años dedicados a la elaboración de este bocado, muy pedido por los comensales donde no faltan los turistas extranjeros.

Preparación. El plato en sí es sencillo. Contempla un buen arroz graneado, acompañado de menestra cocida, así como un sudado de cabrillón, aderezado con cebolla, tomate, ají escabeche, sal y culantro. Asimismo, se le agrega una porción de chicha de jora. Todo se hace en cocina de leña.

Y ahora viene lo primordial, un preparado a base de plátano maduro revuelto con queso, que le da el tono de sabor agridulce a este tradicional platillo. Y para asentar la malarrabia, una buena chicha.

Doña María, propietaria de la picantería La Percy, desde tempranas horas se levanta con la mente puesta en servir a sus clientes que por decenas llegan a degustar la malarrabia. Toda una vida en la cocina. Aunque de poco hablar, su hijo José nos cuenta que los turistas se chupan los dedos con el deliciosos plato.

"La tradición viene desde épocas antiguas. Una mujer molesta porque su marido llegaba a pedirle comida, optó un día por prepararle lo que encontró a la mano. Se trataba de un plátano dulce, un pedazo de queso agrio, lo que revolvió y se lo puso a la mesa. Come para que te pase la mala rabia", le dijo.

"Al marido le gustó este plato y desde aquel entonces le pidió que se lo prepare", señala José Ipanaqué Trelles.