¿Ser cocinero y cambiar el mundo?
¿Ser cocinero y cambiar el mundo?

A pesar de las largas horas de vuelo sin dormir junto con la hinchada peruana y el israelita camino a Suecia, es imposible aterrizar en Estocolmo y no quedar impresionada con su vegetación. Me hospedo en un hotel en el casco antiguo rodeada de puentes, parques, museos, restaurantes y tiendas. Se respira un ambiente ordenado y cosmopolita.

No lo niego, estaba emocionada de participar de forma activa en el Eat Forum y representar al Perú aportando en la elaboración del Chef Manifiesto global, lo cual a su vez puede resultar abrumador. Al principio estaba preocupada porque no sabía cómo iba a movilizarme, tenía tiempo para adaptarme al idioma y a su idiosincrasia local. Por suerte, el sistema de metro que tienen superó mis expectativas y las personas por la calle son amables.

Experiencia inigualable. Es verano y el día literalmente nunca termina. Solemos decir, cuando nos falta tiempo, que el día debería tener 48 horas. Aquí, en esta época del año oscurece a la medianoche, pero nada funciona desde las 7:00 p.m., entonces la confusión fue aún mayor porque tienes luz pero no te queda otra más que intentar dormir.

En una tarde me encontré con Paul Newham, Arthur Potts y con el grupo convocado: 16 chefs de diferentes partes del mundo. Algunos ya se conocían, otros nos pusimos al día rápido y empezamos a trabajar. Es increíble como dentro de la cocina, sea en Perú o en Nigeria, todos funcionamos de la misma forma y manejamos un mismo lenguaje, la pasión y las ganas de hacer algo por nuestra sociedad.

Luego de una intensa mañana fuimos a cenar a la granja Torsaker de Axfoundation. Es un centro de desarrollo para la comida sostenible del futuro, donde además de conocer su trabajo y a personas maravillosas, vi uno de los sunsets más increíbles a las 10 de la noche.

Al día siguiente, nos dividimos en grupos de trabajo para conversar sobre las ocho áreas del Chef Manifiesto y ver de qué forma las estamos aplicando en nuestros restaurantes y cómo adaptarlas a la realidad de cada uno en su país. Posteriormente, fuimos a Kunstradgarden para realizar el Chef Challenge; tuvimos que improvisar con los insumos frescos que tenían, pero como buena peruana llevé en mi maleta un poco de ají amarillo y prepare un ají de gallina de coliflor. Todos quedaron encantados.

Chef manifiesto. Es un movimiento global para ayudar a los cocineros a lograr un mejor sistema de alimentación en sus escuelas, comunidades, restaurantes, etc. y contribuye a alcanzar las metas globales. Se creó con la colaboración de más de 130 chefs de 38 países y que se nutre constantemente con el aporte de más cocineros e ideas que se van sumando.

El futuro de las siguientes generaciones está en nuestras manos y, seamos cocineros o no, nuestras vidas giran en torno a la alimentación y ya es hora de que además de cocinar nos sentemos a la mesa y generemos una gran conversación en torno a temas que importan.

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