Lima empieza su historia hace más de 4000 años, cuando Caral, la primera civilización de América se abrió paso con una imponente ciudad muy bien organizada y sobre todo un lugar donde se comía muy bien. Crustáceos, moluscos pero los más importantes fueron los pescados azules. Conocían de técnicas como la deshidratación, secado y salpresado del pescado, así como la cocción bajo tierra y con piedras calientes. Algunos de esos platos se consumen hasta el día de hoy y las técnicas se preservan. Muchas de ellas son irremplazables; así fueron los inicios de esta tierra hoy llamada Lima.

Luego vino su fundación hace 486 años. Siempre fue una ciudad de mucho movimiento. A Lima llegaron las primeras vides y se hicieron los primeros vinos de Sudamérica, llegaron los primeros olivos y con ellos se produjeron los primeros aceites de oliva y seguro también se saborearon las primeras aceitunas en salmuera o aceitunas de botija y así llegaron un sinfín de alimentos. Y así como vinieron, también salieron por nuestra capital muchos alimentos que hoy son base de la cocina europea y del mundo. La gran mayoría de esas entradas y salidas sucedieron en Lima. Pero no solo alimentos viajaron desde Lima al mundo y viceversa sino también hubo migraciones: españolas, africanas, chinas, japonesas, italianas entre algunas otras. Llegaron y se quedaron dando lugar a una de las fusiones culinarias más increíbles del mundo.

PURA FUSIÓN. Tomando en cuenta que Perú fuera antes la zona central de un imperio que ya había generado una fusión cultural con todos los pueblos los cuales adhirió. En Lima se puede apreciar perfectamente la fusión de culturas a nivel gastronómico con preparaciones que tienen 2 o hasta 3 estilos en un mismo plato.

Todo ese intercambio creó o genero la capacidad de los locales de poder apreciar el consumo de un pescado crudo muy ácido y picante como el ceviche, pasar por unos spaghettis con queso y albahaca y saber apreciar de la misma forma un wantan con salsa agridulce. Esos son los grandes contrastes que nos trajo la migración, algunos dicen que  en Lima ya no queda cocina clásica, que todo está mezclado. Yo creo que justamente esa mezcla que desde la primera migración española hasta las más recientes que son las de los propios connacionales, han generado justamente esas mil caras de la cocina limeña que hasta hace 20 años avergonzaba a algunos, pero de una parte a esta, hoy es el orgullo de todo el país.

Yo soy limeño, no tan mazamorrero pero sí enamorado de su impresionante cocina. Arroz con pianito, cau cau, bombitas, lomo saltado, ají de gallina, anticuchos, ceviche a la piedra, carapulcra, musciame, jamón del país, turrón de Doña Pepa, mazamorra morada, volador, tiradito, maná, tiesos, chancaquitas, suspiro de limeña, ponderaciones, olluquito con charqui, papa rellena, migas, entre otros muchas preparaciones son las que han hecho que al 486 aniversario de su fundación Lima sea para mí, la Capital Gastronómica de América!