Nada nos hace más felices que lucir nuestras sandalias en la época más calurosa del año y así estar más frescos. Sin embargo, es inevitable la aparición de esas huellas características que se van quedando impregnadas con el uso. No te preocupes, hay unos trucos caseros para darle solución.
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Cómo eliminar las huellas de tus sandalias
Existen unos remedios muy fáciles de aplicar, más allá de pensar en comprar una nuevas sandalias. Presta atención, te ofrecemos unos cuantos trucos que te permitirán limpiar tus sandalias sin esfuerzo.
1. Sandalias de plástico
La mayoría de las sandalias de plástico se pueden meter en la lavadora y no requieren de otros cuidados más que aplicar un desodorante cuando estén secas. Otro remedio eficaz es pulverizar unas gotas de árbol del té a las sandalias de agua, pues sirve como fungicida y elimina el mal olor.
2. Sandalias de cuero
El cuero es un material delicado y lo primero que debemos saber es si nuestras sandalias están fabricadas con cuero tratado. Para ello, solo tendrás que dejar caer una gota de agua sobre tus sandalias de cuero: si resbala, es cuero tratado.
El cuero es un material delicado. Podemos usar bicarbonato de sodio para limpiar las sandalias de cuero, pero si es cuero tratado tendremos que retirarlo con un trapo humedecido con agua y vinagre. Para saber si es de ese material solo hay que dejar caer una gota de agua: si resbala, es cuero tratado.
El bicarbonato de sodio necesitará un día entero para hacer su trabajo antes de retirarlo. Además, es aconsejable usar una bola de papel de periódico dentro de las sandalias de cuero para que absorba la humedad antes de usarlas. Con algo más de diez minutos antes de ponérnoslas será suficiente.
3. Sandalias de gamuza
Para limpiar las sandalias de gamuza hay un truco en especial que es la solución más eficaz, aunque puede resultar un poco difícil de creer. Se trata del papel de lija, con el que lograrás unos resultados increíbles e inmediatos, dejando tu calzado como nuevo.
4. Sandalias de corcho
Necesitarás agua caliente, un cepillo y jabón natural específico para limpiar el corcho. En primer lugar, unta las sandalias con el jabón humedecido con agua caliente. Después, moja el cepillo en agua y frota la suela de corcho con cuidado de no dañarlo, así que no ejerzas mucha fuerza. Cuando termines, enjuaga con agua fría las sandalias de corcho y comprueba el resultado.