Tenemos claro que nuestras emociones son producto de nuestros pensamientos. Partiendo desde este punto, nos fundamentamos en que el día a día depende con qué actitud vamos a recibirlo. Pero, también es claro que cada persona tiene su propio universo, que es distinto al de otro.

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En ese sentido, aparecen métodos y alternativas que nos ayudan a conservar o a generar estabilidad emocional. Una de ellas es la terapia de artes expresivas, la cual tiene como objetivo que la persona se sienta cómoda consigo misma, expresarse libremente y, sobre todo, mejore su calidad de vida en torno al mundo que la rodea, teniendo en claro las dificultades que presenta la convivencia en el día a día.

“La terapia de artes expresivas en la naturaleza brinda la posibilidad de prestar atención a la belleza de lo simple y de respetar lo que para cada uno es bello y guarda un significado especial. Así la persona esté desanimada, cansada o con mucho estrés, el solo hecho de empezar a caminar descalza por la arena le ayudará a despertar poco a poco cada uno de sus sentidos. De esa manera, se sorprenderá por la belleza de lo simple que existe a su alrededor y a veces pasa desapercibida porque no prestamos atención”, indica Solange Calderón Chía, quien es terapeuta en artes expresivas, pintora y fundadora de Siena Tostada Retreat Art Center, espacio ubicado en la playa Lobitos (Piura) y que cuenta con la disponibilidad para recibir a personas o grupos que deseen o estén buscando la manera de reencontrarse con su propia belleza, desde distintos niveles, a través del encuentro con el arte y la naturaleza.

Es importante mencionar que este tipo de terapia también propone romper los esquemas y estructuras de lo “correcto” e “incorrecto”, utilizando elementos como la naturaleza, el dibujo y el movimiento intuitivo: dibujar y pintar con los ojos cerrados, lo cual libera a los sujetos de cualquier tipo de expectativas y exigencias. Entonces, la persona que no cree que es buena en algo, podrá y tendrá oportunidad de hacer algo nuevo que, quizás, no sabía que podía hacerlo. Por ello, esta terapia ofrece despertar a todos de la anestesia cotidiana para buscar una transformación y sanación.

“Me enfoco en honrar y respetar cada gesto auténtico y natural, energía y sentimiento que trae cada persona. Apoyamos a cada uno en hacer cosas nuevas y diferentes, asumiendo riesgos con su propia vulnerabilidad. En Siena Tostada somos esa guía en transitar y salir amablemente de tus propias limitaciones y expectativas habituales. Acompañamos a cada persona o grupo con amor y respetando sus propios ritmos naturales para ayudarlos a transitar por lo que les incomoda o no saben cómo controlar”, agrega la especialista de Siena Tostada.

Naturaleza madre

Dentro de su experiencia, la experta Solange Calderón Chía apoya su teoría en argumentos que postulan reconocidos terapeutas como Cathy Malchiodi o el escritor motivacional Stephen Levine. Sin embargo, en su propuesta de terapia de artes expresivas suma que los pacientes deben de realizar todas estas exploraciones cerca a la naturaleza, en su caso particular, frente al mar.

“Los poderes del arte y la naturaleza curan y mejoran la calidad de vida y están estrechamente ligados a las relaciones con otras personas. El arte y la naturaleza curan transformando el aislamiento y conectándonos con otros, con lugares y con nosotros mismos en formas que afiancen su seguridad. Apoyamos la creatividad de los demás y su curación a través del arte al establecer entornos seguros en donde las personas puedan expresarse libremente sin sentirse juzgados”, sustenta Calderón Chía.

Finalmente, distintos centros realizan las mencionadas actividades con el objetivo de vivir estas experiencias. Siena Tostada realizará uno de estos encuentros en su espacio de Lobitos, precisamente, entre el 31 de marzo al 3 de abril.

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