El hábito es una conducta que se ha repetido lo suficiente como para volverse automática, y su principal propósito es resolver problemas y aplicar una solución de forma rápida. Los hábitos contribuyen a diversos aspectos de nuestra vida, desde los estudios, las relaciones, el trabajo, hasta la forma en cómo nos sentimos y logramos nuestras metas.
Cultivar una serie de hábitos ayudan a lo largo de toda la vida, pero también influyen en la actitud con la que enfrentamos las situaciones y en nuestro nivel de felicidad, que es tan importante para nuestra vida. Por ello, en el día internacional de la felicidad, James Clear, autor del libro Hábitos atómicos (Editorial Planeta), nos brinda 4 hábitos para ser personas más felices y saludables:
- Fortalece tus relaciones sociales: Las personas reflejan la manera como te comportas con ella. Entre más ayudas a los demás, más querrán ayudarte a ti. Ser un poco más amable en cada interacción con las personas, contribuirá a que con el paso del tiempo tu red de conexiones y amistades sea más amplia y duradera.
- Interpreta tus emociones de forma positiva: Si interpretas tus emociones de manera negativa, entonces te sentirás amenazado y generarás más estrés en tu cuerpo. En cambio, cuándo interpretamos estos sentimientos positivamente, entonces podemos responder con fluidez y gracia ante cualquier tipo de situación. Puedes hacer un replanteamiento y reemplazar: “Estoy nervioso” con “Estoy emocionado” y alguna afirmación positiva que te haga más feliz.
- Ejercítate y apuesta por mejorar tu salud: Mucha gente asocia el ejercicio con una tarea desafiante que drena su energía y los deja exhaustos. En su lugar, podrías verlo como una oportunidad de desarrollar tus habilidades y fortalecer tu cuerpo. Además, que contribuyes con tu salud física y a la vez mejoras tu estado anímico.
- Práctica la meditación: Para algunas personas meditar puede considerarse un acto muy complejo y hasta un poco frustrante, ya que puede resultar inevitable caer en una distracción. Puedes transformar la frustración en disfrute cuando te des cuenta de que cada interrupción te brinda la oportunidad de recuperar tu ritmo de respiración. Las distracciones son algo bueno porque es necesario tener distracciones para poder practicar la meditación.