El Chinito: La historia del negocio familiar que se convirtió en la sanguchería más popular de Lima

La gastronomía peruana tiene amplia historia y tradición, además de sus platos típicos lo que hace tan impresionante a nuestra comida también son sus restaurantes que han trascendido con el tiempo y se han convertido en parte de la historia culinaria del Perú.

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Este podría ser el caso de tal vez la sanguchería más popular de Lima, ‘El Chinito’, que actualmente actualmente tiene una exitosa cadena de restaurante. Sin embargo, detrás de la famosa chicharronería tiene sus raíces en un negocio familiar con más de 6 décadas de historia.

¿Cómo surgió ‘El Chinito’?

‘El Chinito’ se inicia con su fundador, Félix Yong, un emprendedor peruano de ascendencia china. Félix, quien había crecido en Lima desde temprana edad, se vio inspirado por la arquitectura colonial y las calles llenas de historia de la ciudad. En 1960, dio un paso crucial al alquilar un modesto local en la calle Chancay en cercado de Lima. Cabe resaltar que dicho local aún sigue funcionando.

Inicialmente, Félix adquirió el traspaso de una bodega llamada El Muelle y comenzó a ofrecer sándwiches a los transeúntes. Gracias a su talento culinario y su carisma, pronto ganó reconocimiento y se hizo un nombre en el mundo de la gastronomía. El negocio empezó a ser conocido como ‘la bodega del Chino’ debido a los rasgos orientales de su propietario

Con el tiempo, el apodo se consolidó, y El Chinito se convirtió en un punto de referencia en Lima. Durante la década de 1980, el restaurante se volvió un lugar frecuentado por políticos, artistas e intelectuales, que acudían para disfrutar de los deliciosos sándwiches, café y cerveza negra que ofrecía el establecimiento.

La continuación de esta exitosa historia involucró a la siguiente generación de la familia Yong. El hijo de Félix, Luis, quien también se desempeñaba como médico, se involucró activamente en la gestión del negocio familiar. Alternando entre sus deberes médicos y la administración del restaurante, Luis contribuyó al crecimiento y éxito continuo de El Chinito.

Con el tiempo, la familia expandió su emprendimiento a diversos distritos de Lima, incluyendo Surco, Miraflores, Barranco, Lince y Los Olivos. Además, los nietos de Luis Yong también se unieron al negocio, asegurando que la tradición de El Chinito se mantuviera viva por tanto años.

Hoy en día, tras más de seis décadas de operación, El Chinito sigue perfeccionando sus recetas de chicharrones y ofrece una amplia variedad de sándwiches, manteniéndose como un ícono de la gastronomía limeña.