Yoselín Macías es una joven mexicana que vende cupcakes cada fin de semana en La Plaza Zaragoza, Hermosillo, para pagarle un tratamiento médico a Max, un perrito de dos años que rescató de un criadero.
La joven adoptó al can luego de que este fuera abandonado por su dueño anterior; un hombre que lo utilizaba en un criadero clandestino y lo desechó cuando el perro comenzó a estar enfermo.
Con apenas dos semanas en su nuevo hogar, Max ya ha vendido cupcakes para recaudar fondos para su tratamiento, pues una serie de ‘bolitas’ en su cuerpo alerta a su familia sobre un posible cáncer.
“Va a ocupar quimioterapias para desbaratarle todas las bolas, pero lo que el doctor no me ha dicho es qué tipo de quimios porque lo que me dijo es que la neoplasia son células malignas que salen en el cuerpo y hacen tumor o se hacen masas”, comentó Yoselín.
Esta hermosa historia se ha difundido en todas las redes sociales, y miles de usuarios han formado cadenas de oraciones para que la joven pueda obtener la ayuda necesaria para curar a su fiel compañero.